Los "guardianes de la revolución" iraní se atribuyen el atentado contra Bajtiar
Aunque el misterio es cada día más opaco, tras el intento de asesinato del ex primer ministro iraní Shapur Bajtiar todas las pistas que intentan aclarar o emborronar la identidad del comando que realizó la operación conducen a Teherán. Los integristas religiosos reivindican el «golpe», mientras el ministro de Exteriores irani, Sadegh Ghotbzadeh, en París, afirmó que su país no tiene nada que ver con el asunto. La OLP niega rotundamente la participación de su líder, Yassir Arafat, tal como lo pretende el jefe del comando. Las relaciones franco-iraníes, a fin de cuentas, salen malparadas.Desde el sábado por la noche, se estableció la confusión que hizo creer, en un primer momento, que el jefe del comando era un responsable de Al Fatah, brazo armado de la resistencia palestina. El domingo, en París aún, antes de retornar a Irán, el ministro de Exteriores iraní, Ghotbzadeh, a través de varias declaraciones a la radio y a la Prensa, pudo continuar su discurso sobre la inocencia de Irán. En su opinión, refiriéndose al atentado contra Bajtiar, reiteró que se trataba de una operación montada por los partidarios del antiguo régimen.
Al mismo tiempo, en Teherán, el propio imán Jomeini y los «guardianes de la revolución» reivindicaban el «golpe» fallido y desacreditaban al ministro de Exteriores, quejándose insidiosamente de que «su último acto como miembro del Gobierno no haya sido más revolucionario». El mismo ministro, a pesar de todo, insiste en que los «guardianes de la revolución» es un movimiento desconocido y, de paso, se despotrica contra Francia por ser «tierra de conspiración contra Irán». En esto coincide con los integristas de Teherán, que desencadenan una campana antifrancesa por albergar a «traidores» como Bajtiar y por «torturar a los cinco miembros del comando». Por ello, amenazan con represalias contra los intereses franceses en Irán.
Mientras tanto, en París, todos los miembros del comando son inculpados por asesinato e intento de asesinato (mataron a un policía y a una señora, pero fallaron con Bajtiar), y la policía continúa investigando cautelosamente sobre el origen de los cinco hombres y el del «cerebro» que inspiró el atentado. Ayer, el jefe del comando declaró que la orden de eliminar a Bajtiar la habían recibido de Yassir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que, a su vez, operaba por cuenta de las autoridades iraníes. Las reacciones posteriores tenderían a probar que este intento de implicar a la OLP no prosperaría.
Un portavoz de esa organización anunció ayer que la OLP ha suspendido todas sus operaciones en el extranjero, y, muy particularmente, en Francia, «país con el que nuestras relaciones son más estrechas que con todos los demás europeos».
Según todos los informes recogidos en París hasta el momento, el atentado contra Bajtiar parece que fue montado y financiado por los «guardianes de la revolución». El líder chiita Jomeini fue informado, pero no el presidente Banisadr- De ser as!, una vez más los hechos probarían la lucha a muerte entre los integristas religiosos y los laicos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.