Nuevos incidentes en Tenerife protagonizados por estibadores en huelga

La actividad portuaria de Santa Cruz de Tenerife, normalizada desde el pasado lunes con la contratación de personal del paro, se vio alterada en la mañana de ayer, cuando cientos de estibadores en huelga invadieron el muelle donde se operaba con carga, especialmente de plátanos. Acompañaban a los trabajadores portuarios sus esposas e hijos, que ya habían interrumpido por segunda vez el tráfico rodado» en el tramo de la calle donde se encuentra situado el edificio del gobierno civil de la provincia, en petición a la primera autoridad civil de garantías por escrito sobre la conservación de los puestos de trabajo de sus maridos.La concentración en el puerto de Santa Cruz de Tenerife se prolongó durante cerca de dos horas, en cuyo transcurso intervino la Policía Nacional con medios antidisturbios sin emplearse con mucha fuerza. Una vez las operaciones de carga y descarga quedaron interrumpidas, los manifestantes decidieron abandonar el recinto portuario para dirigirse hacia el edificio próximo de la Organización de Trabajadores Portuarios (OTP), donde celebraron una asamblea en relación con lo ocurrido. Durante el tiempo en que permanecieron los manifestantes en el puerto cundió el temor entre el personal contratado.

De otra parte, el Ayuntamiento de Santa Cruz, con alcalde centrista, aprobó una moción del teniente de alcalde Gilberto Alemán, de Unión del Pueblo Canario (UPC), en la que se solicitaba la derogación del real decreto «por representar una violación del derecho de huelga, contemplado por la ley». El portavoz socialista, Luis Carrasco, manifestó en ese pleno que «el real decreto es anticonstitucional».

En medios de los trabajadores portuarios se ha anunciado una reunión en Madrid para el próximo martes, en la que la coordinadora nacional de zona de los estibadores portuarios valorará la situación actual del conflicto. No se descarta además que una representación de esta misma coordinadora tenga contacto, con posterioridad a la señalada reunión, con los ministerios que han intervenido en la elaboración del real decreto para solicitar que su aplicación sea de forma restringida y no generalizada, como estiman los estibadores tinerfeños que está sucediendo en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.