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Los resultados del viaje del Papa a Brasil

( ... ) Reforma, pues, pero sin violencia: también aquí, las palabras del Papa son sin equívocos. Aun en su discurso más comprometido, a favor de los explotados de Sáo Paulo, Juan Pablo Il rechazará la violencia y la lucha de clases.Reforma, sí; revolución, no. O, más exactamente, reforma para impedir la revolución. El discurso se hace más prudente. Una vezapartada la violencia, el Papa no precisa cómo puede la Iglesia convencer a los poderosos de la necesidad de las reformas. Juan Pablo Il , por su parte. recurre a la exhortación. Es poco probable que el ala más avanzada del episcopado latinoamericano esté convencida de la eficacia de esos llamamientos a los poderosos, en este subcontinente donde las transformaciones sociales se han debido muy poco a la buena voluntad de los que tenían mucho que perder. Si Juan Pablo II aprueba los objetivos de los curas comprometidos, les impone una restricción a su acción concreta. (...).

¿A qué tipo de sociedad deben llegar las reformas necesarias? El Papa definió, sin duda alguna, una serie dobjetivos generales. En este sentido, ha hecho una crítica implícita del capitalismo salvaje a la brasileña. De hecho, tanto por sus afirmaciones como por sus silencios, Juan Pablo Il encuentra las dificultades de un modelo que intenta restaurar: el de la tercera vía preconizada desde hace décadas en América Latina por las corrientes que se reclaman de la democracia cristíana. Una tercera vía, discretamente estimulada por Estados Unidos y que alcanzó su expresión más completa en Chile,(...)

12 dejulio

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