París y Bonn, a favor de una Europa fuerte militarmente para garantizar su independencia

Francia y la República Federal de Alemania están de acuerdo en afrontar conjuntamente el futuro de la «Europa lo más europea posible», especialmente en el campo de la defensa militar, que desean sea fuerte para mejor garantizar su independencia. Este es el principal resultado de la 36ª cumbre franco-alemana, que concluyó ayer. Hubo coincidencia también entre los dirigentes en que la Conferencia de Madrid debe servir para aumentar la confianza entre todos los países del viejo continente.

Francia y la República Federal de Alemania desean que Europa disponga de «elementos de respuesta» suficientes en el ámbito defensivo para garantizar su independencia, pero mientras París no se considera afectado por la decisión de la OTAN, del pasado diciembre, en materia de instalación de armamento nuclear de mediano alcance, ni participará en modo alguno en las conversaciones Salt 3. Bonn, en cambio, reafirma su voluntad de no convertirse en país dotado de armamento nuclear.En una declaración conjunta, con que finalizó la visita oficial de cinco días del presidente francés, Giscard d'Estaing, a la RFA, tanto él como Schmidt afirmaron estar de acuerdo en los planteamientos generales de una solución para los problemas más acuciantes que afectan hoy al mundo. Giscard d'Estaing, por su parte, rechazó el calificativo de «potencia» aplicable a Europa. Sin embargo, insistió en la aspiración francesa de devolver a Europa el prestigio y la capacidad de decisión que le corresponde. Para el presidente francés, la visita de Helmut Schmidt a Moscú «no sólo ha sido útil, sino también necesaria». Ambas partes también están de acuerdo en qtie la Conferencia de Madrid, de seguridad y cooperación en Europa, debe dar pie a la adopción de medidas de confianza entre todos los países europeos.

Sobre el tema España-Comunidad Europea, el portavoz del Gobierno señaló de pasada que no se había tratado en la sesión plenaria, que, por otra parte, este tema carece de «contenido polémico», una vez que el presidente Giscard precisó ya sus anteriores declaraciones. El ministro de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores Klaus von Dohnanyl, manifestó en un aparte a una pregunta que el tema de la ampliación no se había tratado a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, y declinó hacer más comentarios. Por lo demás, el acto final del «triunfal» viaje de Giscard d'Estaing a lo largo y ancho de la RFA ha decepcionado a los periodistas.

La declaración del presidente francés y del canciller federal Schmidt, unos cinco minutos de exposición cada uno de ellos, no ha sido, en modo alguno, precisa, y se ha quedado en exposición de principios generales, con alguna excepción relativa a proyectos técnicos concretos franco-alemanes, como un satélite de comunicaciones.

El canciller federal Schmidt abandonó la sala, dejando en ella al presidente francés, que se sometió a cinco preguntas de la Prensa, preguntas, por otra parte, que giraron sobre la reconciliación franco-alemana y conceptuación del término «independencia», según la filosofía giscardiana.