El déficit exterior español en 1980 podría requerir un crédito especial del FMI de 2.000 millones de dólares

España podría tener en 1980 el déficit por cuenta corriente más elevado de la historia. Este déficit, que en medios oficiales se estima que podría alcanzar la cifra de 3.500 millones de dólares, se situaría, sin embargo, entre los 5.000 y los 6.000 millones de dólares, según cálculos realizados en medios bancarios. Si estas cifras se confirman, la pérdida de reservas exteriores podría situarse para este año en cifras comprendidas entre los 2.000 y los 3.500 millones de dólares, lo que haría necesario recurrir a un crédito externo de carácter extraordinario para apuntalar el déficit de la balanza exterior de la economía española.

Según medios solventes, la obtención de un crédito de 2.000 millones de dólares para el Reino de España -semejante al contratado en mayo de 1976, y ya devuelto completamente- habría sido una hipótesis manejada en algunos sectores de la Administración durante las últimas semanas. Como alternativa a esta medida se estudiaría en estos momentos un crédito del tipo stand by (línea de crédito disponible con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por un importe comprendido entre los 1.500 y los 2.000 millones de dólares.

Más financiación externa

De hecho, las autoridades monetarias han ampliado en fecha reciente los topes para que las empresas españolas obtengan crédito en el exterior. Este tope habría sido incrementado respecto a los planes iniciales y sería de unos 6.000 millones de dólares para el conjunto del año.

La mejor disposición de los mercados financieros internacionales en estos momentos permite un recurso más amplio a la financiación internacional. De hecho, durante el primer trimestre las empresas españolas han contratado un total de veinte préstamos internacionales, por un importe global de 1.026,5 millones de dólares en dólares, y otros tres préstamos en otras divisas, por un total conjunto de 59,1 millones de dólares. En total, 1.085,6 millones de dólares. Una idea de la presencia de España en los mercados internacionales la da el hecho de que nuestro país recogió en este primer trimestre del año el 7,1 % de la financiación total del mercado internacional, porcentaje sólo superado por Canadá y por Italia por escaso margen.

En fecha reciente, las autoridades españolas mejoraron incluso las condiciones de acceso de empresas españolas al mercado internacional, rebajando el plazo mínimo para la obtención de créditos en divisas de cuatro años a un año de plazo.

Perspectivas sombrías

Aunque la capacidad de crédito en el exterior por parte de entidades españolas parece relativamente saludable, medios bancarios piensan que esta situación podría verse algo degradada a la vista de la sangría que se está produciendo en la reserva exterior del país. Si hasta ahora la financiación exterior para España se veía avalada en cierta medida por un buen colchón de reservas internacionales, este aval puede perder importancia en los próximos meses, si se va produciendo una pérdida de reservas paulatina.La hipótesis de un déficit por cuenta corriente para el año en curso de entre 5.000 y 6.000 millones de dólares fue lanzada hace unos días en un acto celebrado en Banca Catalana por Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria AEB. Dicha hipótesis descansa en una proyección de las importaciones con un aumento del 3 8 %, moderada a la vista de los datos del primer cuatrimestre (aumento del 57,1 %), y de unos ingresos netos por servicios y transferencias, que incluyen al turismo, por valor de unos 9.000 millones de dólares; esta última cifra incluiría un aumento

de los ingresos por turismo del orden de 900 millones de dólares, hipótesis incluso optimista. La resultante sería el déficit por cuenta corriente mencionado.La financiación de este déficit presenta serias incógnitas, según expertos consultados por EL PAIS". Fuentes oficiales confirmaron el incremento del tope de la financiación internacional para este año, que podría llegar a los 6.000 millones de dólares, lo que equivale a un efecto neto del orden de los 3.500 millones de dólares. El déficit básico sería, por tanto, de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares. Este déficilt se financiaría con pérdida de reservas o con recursos parcial a fininciación adicional exterior y pérdida de divisas en menor cuantía de forma simultánea. Esta es la perspectiva real a la que parece enfrentarse en estos momentos la política económica española.

Los créditos del FMI

Si la vía elegida para esta financiacion parcial del déficit exterior va por el recurso al Fondo Monetario -como empiezan a pronosticar algunos observadores-, este organismo debería realizar un diagnóstico de la política económica española y proponer soluciones para una política de ajuste, ya que se estima que el desequilibrio de pagos español tiene carácter estructural, y no se resolverá más que a medio plazo. En fecha reciente, el FMI hizo un análisis bastante profundo de la situación económica, y emitió un informe bastante favorable, aunque la situación se ha modificado de forma sensible en los últimos tiempos.

La línea de ajuste que suele recomendar el FMI pasa, en casos como el español, por recortes en los gastos públicos y contención de la demanda, una de cuyas vías podría ser un incremento de los impuestos indirectos.