Lamo de Espinosa valora positivamente la marcha del programa legislativo agrario

«La política del Ministerio de Agricultura en los últimos meses está claramente dirigida a apoyar al máximo los productos que crean mayor número de jornales (remolacha, aceite de oliva, algodón, corcho, cereales), y que son los básicos en la agricultura andaluza y extremeña, regiones de las más castigadas por el problema del paro», dijo ayer el ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, en el transcurso de una reunión informal con un grupo de periodistas en la que analizó el grado de cumplimiento del programa legislativo.

En este aspecto, aseguró que de un total de quince proyectos de ley, incluidos en el programa de reforma (aprobados ya por el Gobierno para su remisión a las Cortes), dos leyes han cumplido todo el trámite parlamentario y se encuentran ya aprobadas: la de Fincas Manifiestamente Mejorables y la de Seguros Agrarios Combinados.Otra ley, la de Montes Vecinales en Mano Común, ha sido ya aprobada por el Congreso; la de Arrendamientos Rústicos se empezará a discutir en el Pleno de la Cámara baja a partir de la próxima semana; otras tres leyes, la de Protección de Tierras de Emigrantes, el Estatuto de. la Explotación Familiar Agraria y de Acceso a la Propiedad de los Jóvenes Agricultores y la ley de Agricultura de Montaña, han sido remitidas al Congreso y están en estudio por la comisión; y otras dos, la de Contratación Agraria y la de Concentraciones Parcelarias Especiales, Reiterativas y Contratadas, están aprobadas ya por el Gobierno, aunque aún no han sido remitidas al Congreso.

Con más retraso del previsto están aún la ley de Financiación Agraria, la ley Especial de Tierras Ociosas y la ley de Sanidad Vegetal y Pecuaria.

Hay dos proyectos aplazados. El de modificación de la ley de Reforma y Desarrollo Agrario, «para recoger», según el señor Lamo, «las nuevas directrices de los restantes proyectos», y la ley de Fomento de Entidades Asociativas para la Industrialización y la Comercialización «para su adaptación », dijo, «ala reforma fiscal ».

En relación al programa de actuaciones directas, el ministro entregó un dossier en el que se recogen las realizaciones, que van desde el apoyo a la explotación familiar agraria a las actuaciones en la lucha contra la erosión, fomento de la ganadería de montaña, aprovechamiento de las aguas continentales, apoyo a la industria agroalimentaria o cultivos agroenergéticos. Afirmó el ministro que ha sido capítulo prioritario el de las inversiones, que han aumentado un 43%, y el establecimiento de 3.500 millones de pesetas para la aplicación de la ley de Seguros Agrarios.

El año agrícola 1979 lo calificó como «un año difícil», con cosechas menores de las previstas y con un impacto negativo de la crisis energética -vía precios y costes-, que obligó a subvencionar el gasóleo y los fertilizantes. Por el contrario, aseguró que el año 1980 se presenta muy bueno, con un superávit de 4.000 millones de pesetas en la balanza comercial agraria, durante el período enero-mayo.