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Reportaje:

La población mundial crecerá antes del año 2000 en unos 9.000 millones de personas

La década de 1980 estará marcada por el sensible descenso de la fecundidad en todo el mundo. Según estimaciones de las Naciones Unidas, la tasa media de crecimiento bajó de un 2% a mediados de los años sesenta a 1,8% a principios de 1980, y se calcula que al finalizar la década el porcentaje estará en 1,6%.Sin embargo, esta reducción no soluciona en absoluto el «problema demográfico» en los países me nos desarrollados, donde el porcentaje de crecimiento supera el 2%. Todos estos países contarán en el año 2000 con el doble de la población con que contaba el planeta en 1950.

A principios del próximo siglo el 80% de la población mundial se concentrará en los países menos desarrollados. Las previsiones hasta final de siglo son, asimismo, pesimistas. Se cree que el número de pobres aumentará y empeorará la situación de indigencia; a menos que se tomen medidas urgentes, las disparidades entre países seguirán agrandándose.

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El informe de la ONU agrega que el crecimiento de la población en las áreas más pobres del mundo está actuando como un poderoso factor de presión que hace aumentar las tasas migratorias, especialmente de las zonas rurales a las urbanas.

Ante tales perspectivas, se prevé la creación de grandes metrópolis con graves problemas para asumir esas migraciones, convirtiéndose progresivamente en focos de pobreza urbana.

Se insiste en la desigualdad en la distribución de los recursos mundiales, ya sean estos humanos, económicos o tecnológicos, con la previsión de que seguirían afectados en su desarrollo los países más pobres.

La excepción a la regla general de un aumento sensible de la población en las áreas menos desarrolladas para las dos próximas décadas, la ofrece China, cuyas autoridades tienen previsto un descenso de natalidad del 28%, en este año, al 23% en el año 2000. La proporción seguirá aumentando en Asia, del 32% al 36%; en Africa, del 11% al 13%, y en América Latina, del 8% al 10 %.

Un cálculo estimativo dice que, de 1950 a finales del presente siglo, las poblaciones totales de Africa y América Latina aumentaron en 600 millones, en tanto Asia experimentará un aumento de 1.000 millones de personas.

El aumento viene dado por un descenso en las tasas de mortalidad, a favor del ascenso de la natalidad. Siempre resulta más fácil reducir la tasa de mortalidad que la de natalidad, en tanto la primera responde a la puesta en práctica de medidas políticas públicas.

En Africa, el examen de las diferentes tasas, mortalidad, crecimiento, y natalidad de diversos países ofrecen un panorama diverso en cuanto a la transición demográfica, Así, en los próximos cinco años, mientras el crecimiento previsto para el Africa occidental es de un 3,2%, en Africa central tan sólo se prevé un 2,6%.

Pero, la mayor parte de los países africanos se encuentran en una fase de transición demográfica marca da por un descenso de la mortalidad y un crecimiento de población superior a los niveles previstos.

En general está previsto un aumento de las tasas de natalidad en todos los países africanos en la presente década.

América Latina es una gama diversa en su crecimiento. Mientras unos países se encuentran en fase primitiva de transición demográfica, el área del Caribe está a punto de conseguir un equilibrio. Las tasas de mortalidad son bajas en lo dos los países, salvo los casos de Bolivia, Haití, Perú, Honduras y Nicaragua.

También la región mesoamericana tiene unos índices de crecimiento similares a los africanos, dado el alto índice de fecundidad de México, país que podría duplicar su población de aquí al año 2000.

En Asia se centra el 60% del crecimiento total de la población mundial previsto para finales de siglo.

Será una pauta a considerar para el resto de la evolución demográfica en el mundo. Si bien se observa un acentuado descenso de crecimiento en la población de Asia oriental, con la excepción de Mongolia. Al margen de esto, el continente asiático puede dividirse en tres grupos: Singapur, Malaisia y Sri Lanka, donde se lleva a cabo la transición demográfica equilibrada. La India es considerada aparte, y el resto de los países con tasa fluctuantes, tanto de mortalidad como de natalidad. Los países musulmanes, como Afganistán, Bangladesh y Pakistán, registran altos índices tanto de mortalidad como de natalidad.

Migración

La imposibilidad de mantener el nivel de empleo para el aumento de población propicia los movimientos migratorios, tanto en el terreno interno, hacia zonas urbanas, como externo, hacia países desarrollados.

Los movimientos migratorios actuales son, en ciertamedida, una continuación de aquellos otros de finales del siglo XIX y principios del XX.

Hoy, la mayor afluencia de emigrantes se dirige hacia la República Federal de Alemania (RFA) y Francia. En Europa occidental, algunos países han llegado a un crecimiento de población cero, y la inmigración podría ser el único factor de elevación. Según la ONU, en 1974 residían en Europa Occidental 9,5 millones de emigrantes de países pobres, frente a los 3,2 millones de 1960. Asimismo, a mediados de la década pasada, se calcula que el 70% de los emigrantes llegados a Estados Unidos procedían de países poco desarrollados.

Asia permanece como el continente donde las emigraciones masivas hacia el exterior no alcanzan niveles significativos, salvo en los casos de emigración a los países exportadores de petróleo.

Otro tema a estudiar es el de los emigrantes forzosos o refugiados por cuestiones políticas, creando graves problemas en los recursos de los países vecinos que acogen a veces grandes cantidades de refugiados. En los últimos años, el número de refugiados creció considerablemente en Asia y Africa.

En relación con las migraciones internas, cálculos de la ONU estiman que la población urbana del planeta se ha duplicado desde 1950 hasta hoy, y volverá a duplicarse para finales de siglo. Para el año 2000, las tres cuartas partes de la población de los países desarrollados vivirán en ciudades, en tanto un tercio de la población de los países menos desarrollados lo hace hoy en zonas urbanas.

El crecimiento urbano previsto para el año 2000 en estos últimos países viene dado tanto por el crecimiento propio de las ciudades como por la afluencia masiva de emigrantes rurales. Así, doce de las quince mayores ciudades del planeta pertenecerán en el año 2000 a los países menos desarrollados.

Hoy hay una sola ciudad africana con más de cinco millones de habitantes, pero para fin de siglo se calcula que habrá otras cinco ciudades del mismo tamaño.

El tema del desarrollo urbano en los países menos desarrollados es un tema de desarrollo «total» del país, tal y como sucede en las sociedades de alto desarrollo. Por tanto, se estima que la atención de las necesidades de las zonas rurales aliviará y solucionará graves problemas urbanísticos en esos países menos desarrollados.

El tema, posee un especial interés, hasta el punto de que expertos de todo el mundo estudiarán el problema en Roma el próximo mes de septiembre.

Población recursos

Las dos próximas décadas serán una prueba para solucionar el problema de los recursos, ya de la población existente como de los 125 millones de niños que nacen anualmente. La Comisión Independiente para el Desarrollo Independiente, que preside Willy Brandt, estima que «hasta ahora han sido los países industrializados aquellos que han presionado sobre los recursos, la atmósfera y el mar, pero el desarrollo del Tercer Mundo conducirá a mayores presiones sobre los recursos y el medio ambiente».

Respecto a los alimentos, la FAO estima que la población desnutrida pasó de 400 millones en 1969-1970 a 450 entre este año y 1974, y las perspectivas de mejoras son sombrías. Tan sólo América Latina es el continente cuya tasa de producción alimenticia ha experimentado avances en los últimos años, mientras en Africa, el índice de autosuficiencia alimenticia desciende progresivamente desde principios de los años sesenta. Se prevé un período largo de desequilibrio entre la distribución de alimentos y el incremento de población, lo que sería evitable solamente con urgentes medidas para el trasvase de grano a los países deficitarios.

Por lo que se refiere a los recursos humanos, los países menos desarrollados tienen que hacer frente a una mano de obra no cualificada. Y así, las estimaciones de la UNESCO sobre alfabetización en Africa son pesimistas para finales de siglo. La cuestión del puesto de trabajo no es tanto que lo haya, sino que este puesto se adecúe a nuevas características.

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