El PCE propone fórmulas para agilizar el urbanismo madrileño

El Ayuntamiento de Madrid puede recuperar las competencias para formalizar y aprobar provisionalmente el Plan General de Ordenación Urbana, si son aceptadas las enmiendas presentadas por el Grupo parlamentario Comunista a la ley sobre creación del suelo y agilización de la gestión urbanística, que actualmente se tramita en el Congreso de los Diputados.Con ello se lograría que la revisión del plan general madrileño pudiera ser realizada directamente por la Gerencia Municipal de Urbanismo, y terminara con el ya prolongado retraso que la misma está sufriendo en manos de la Administración central, y que añade un nuevo peligro de densificación de la ciudad.

El 15 de marzo de este mismo año, el Boletín Oficial del Estado publicaba un decreto-ley por el que se intentaba agilizar la gestión y tramitación urbanísticas. La urgencia en la utilización del sistema de decreto-ley fue aceptada por la Cámara, si bien con la condición de que a partir de ese momento se iniciara su tramitación como ley, dando con ello posibilidad a los grupos políticos representados en las Cortes para que presentaran sus propuestas de enmiendas.

El primer apartado de la nueva ley, motivado en gran medida por la necesidad de disponer de terrenos de propiedad pública, para que en ellos se instalara la factoría de la General Motors en Zaragoza, establece la posibilidad de que la Administración central ceda terrenos a particulares, incluso gratuitamente, con el fin de generar alicientes suficientes para que el suelo de titularidad pública pueda ser utilizado en la creación de nuevos puestos de trabajo.

Las seis enmiendas comunistas presentadas a este punto concreto se muestran de acuerdo con aumentar las posibilidades de que los particulares puedan utilizar el suelo público con ese fin. Pero establecen que tales cesiones sean únicamente del derecho de uso del suelo y no supongan una enajenación del suelo público.

Agilización del Planeamiento

Con todo, la parte de la ley que tiene una incidencia más directa en el urbanismo madrileño y en el actual enfrentamiento entre el ayuntamiento y Coplaco es el que hace referencia a la competencia de aprobar o desestimar el planeamiento. Los comunistas proponen que la aprobación de los planes generales, planes especiales de reforma interior y proyectos de urbanización corresponda exclusivamente al ayuntamiento, dando comunicación posterior de la aprobación realizada a la comisión provincial de urbanismo, en el caso de Madrid, Coplaco. Con el fin de que esta potestad recaiga únicamente en aquellos municipios con capacidad técnica para ello, las enmiendas establecen que la competencia aprobatoria recaiga únicamente en los municipios mayores de 50.000 habitantes, capitales de provincia o municipios mancomunados.La modificación de zonas verdes, hasta ahora dependiente de un dictamen vinculante del Consejo de Estado, pasaría también a ser competencia municipal.

Sin embargo, puede que el punto de mayor importancia para Madrid de las enmiendas comunistas sea el que propone la inclusión de un nuevo artículo, que hace especial y directa referencia al Plan General de Ordenación Urbana del Area Metropolitana de Madrid. Actualmente la revisión del plan general madrileño está paralizada en manos de la Administración central, quien, sin que se sepa bien sus razones, está demorando el inicio de los trabajos.