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Una curandera atiende a Breznev

La salud del jefe del Estado soviético, Leónidas Breznev, vuelve a ser centro de las conversaciones en la URSS. Sin embargo, en esta ocasión no se trata de su mal estado, que parece haber superado, sino el tratamiento de Breznev por una curandera de Tbilissi, capital de Georgia, Yuna Davitachvili, que al parecer trata también a otros altos personajes.Este rumor lo cree todo el mundo en Moscú. Pero el «secreto médico» impide cualquier verificación. El caso es que Yuna Davitachvili, es una mujer seria y conocida. Fue citada hace poco en un pequeño artículo científico, en el periódico de los sindicatos Trud, por un miembro de la Academia de Ciencias de la URSS que dirige un laboratorio sobre fenómenos parapsicológicos, radioeléctricos y magnéticos.

Este laboratorio posee un aparato capaz de medir el «campo biológico» de las personas «extrasensibles». Utilizando las propiedades particulares de su campo biológico altamente cargado de energía, los extrasensibles pueden influir sobre las plantas, los hombres y sus enfermedades. El laboratorio tiene además una función de formación y verificación, en su servicio de personal, de los «extrasensibles experimentados», para medir no solamente la energía de los campos biológicos, sino para examinar también la moralidad, cualidades personales y psicológicas de los candidatos «extrasensibles» que desean ejercer sus capacidades.

Clientela privada

Yuna Davitachvili, que posee una importante clientela privada (el coste de una sesión es de 250 rublos), considera que cada individuo está rodeado de una biosfera que puede modificarse con la imposición de las manos, utilizando la bioenergía de su propio campo biológico. El pasado mes de septiembre, en el transcurso de un congreso en Tbilissi sobre el inconsciente, los psicoanalistas occidentales reclamaron insistentemente conversar con Yuna Davitachvili.Las conversaciones sobre la salud de Breznev no tienen el tono de preocupación de antaño. El aspecto del líder soviético ha perdido su anterior ritmo a saltos para ser más ágil, su alocución es más fácil y su rostro ha recobrado de nuevo la movilidad. Esta metamorfosis resulta chocante en tan sólo unos pocos meses.

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