Rosón niega que la policía haya investigado a los magistrados

28 may 1980 - 00:00CEST

El ministro del Interior, Juan José Rosón, confirmó ayer la autenticidad de los documentos publicados el pasado lunes por Diario 16 sobre la investigación de la vida privada, profesional y pública de casi cincuenta parlamentarios de la primera legislatura (aunque le restó importancia al tema), y aseguró que los otros documentos, referentes a magistrados y políticos del presente año, «son totalmente falsos. Alguien del ministerio sacó al exterior los impresos oficiales y redactaron un contenido falso, pues se ha hecho una minuciosa investigación y no hay una sola máquina de escribir en el edificio que se corresponda al tipo de letra empleado en esos textos», dijo Rosón durante una conferencia de Prensa celebrada ayer en Madrid.Sobre la primera investigación, el ministro afirmó que ésta fue requerida al subsecretario de Seguridad Social, en septiembre de 1977, por el entonces titular de la Dirección General de Seguridad del Estado, Mariano Nicolás, y que se trataba de «una breve recopilación de datos biográficos y políticos sin ningún carácter especial». Tanto es así que, en opinión de Rosón, «se hubieran recogido más datos de los que constaban en dichos informes con sólo acudir a las referencias biográficas de los grupos parlamentarios».

Sin embargo, observaciones tales como que la esposa de un senador centrista «tenía tres abrigos de pieles» y que este tipo de lujos no correspondían con el sueldo de su marido, tal y como se hacía constar expresamente en los informes policiales, no se encuentran en las biografías parlamentarias. A ello argumentó el ministro que «sólo se trataba de una constatación de hechos objetivos. Nadie calificó lo que podía significar el tener los tres abrigos».

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Reestructuración de la policía

Se remiten al ministerio fiscal las falsas investigaciones policiales

La «necesaria reestructuración de la policía» fue otro de los temas debatidos en la conferencia de prensa, y en este punto, Rosón tampoco vaciló al afirmar: «No puede haber policías de partido, porque la policía es de todos, del Estado. Por ello, un policía no debe tomar nunca partido por nadie, ni por Fuerza Nueva ni por los comunistas, pongamos por caso. Yo no voy a depurar a nadie, pero la vinculación con los partidos políticos va a ser excluyente para el ejercicio de la profesión, y así consta en el nuevo reglamento de la policía, que estamos elaborando».«El otro día, en el Congreso, querían que dijera», comentó, «que hay una conexión directa de la policía contra la extrema derecha. Yo no puedo decir eso porque, entre otras cosas, no me consta que sea así. Ahora bien, lo que sí afirmo es que a todos los policías que se les ha comprobado su vinculación con la extrema derecha ya se les ha aplicado la sanción correspondiente».

Finalmente, dijo que el lunes se entrevistó con los dos grupos interlocutores de la policía: Unión Sindical (de tendencia más o menos progresista) y Asociación Profesional, en general más acorde con tiempos pasados. De los primeros, manifestó que, sobre todo, en un tema les había mostrado su desacuerdo: la pacificación del País Vasco. «Estos señores», señaló, «que no tienen experiencia en la lucha contra el terrorismo, pretenden buscar una solución política, y esto no me parece serio. Aquí estamos trabajando mucho sobre el tema y no se nos puede achacar inexperiencia. Por lo demás, fue una reunión cordial».

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