EI visto bueno de la tripulación

Según Luis Larroque, vicepresidente de la diputación y presidente de su consejo taurino, los cambios de carteles de la feria no tiene que autorizarlos la diputación, sino la autoridad. Corrige así -son sus palabras- una información que al respecto publicaba ayer EL PAIS.Aclaremos: no nos referíamos a las sustituciones lógicas (por ejemplo, las de El Cordobés, Robles u otro torero herido), sino a los cambios sustanciales de carteles por voluntad unilateral de la empresa, como ocurrió en la corrida del lunes. La Diputación, según el reglamento de régimen interior por ella misma impuesto a Taurina Hispalense, se reserva el derecho de dar el visto bueno a los carteles de la feria, y esta prerrogativa es la que no ejerció (y a ella nos referíamos ayer) cuando Martín Berrocal dispuso que el lunes actuaran diestros distintos a los que había anunciado cuando confeccionó el abono. Si, para salvaguardar los derechos del pueblo de Madrid, la corporación exige aprobar los carteles de feria, con mayor motivo entendemos debe imponer su autorización para los carteles aprobados y posteriormente modificados. Cuando la diputación aprobó la feria, el público podía elegir; el lunes ya hacía mucho que había elegido y pagado su abono. Es un dato.