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Joaquín Bernadó: "Berrocal y Victorino me presionaron para que no toreara"

Suspendida la corrida de ayer en Las Ventas

y J. L.La corrida de ayer, decimocuarta de la feria de San Isidro, fue suspendida, según aviso oficial, por haber sido rechazados los toros del marqués de Albaserrada. Sin embargo, hasta llegarse a esta suspensión hubo mucho mar de fondo, e incluso presiones contra Joaquín Bernadó, para que se quitara del cartel. Según este torero ha manifestado a EL PAÍS, Victorino Martín le amenazó con echarle una corrida de gran trapío. Victorino, por su parte, niega rotundamente estas afirmaciones.

Estaban anunciados para la corrida de ayer Joaquín Bernadó, El Cordobés y Palomo Linares. Al presentar El Cordobés parte facultativo según el cual no podía comparecer, se planteó el problema de su sustitución. Lo lógico y lo reglamentario habría sido dar entrada a otro torero en su lugar, pero la empresa optó por deshacer todo el cartel, que se pensó sustituir con la corrida mixta.Como no hubo acuerdo con Pepe Luis Vázquez, se montó una combinación con Curro Romero, Curro Vázquez y Tomás Campuzano, que torearían una corrida de Diego Garrido, y ayer mismo aparecía este cartel anunciado en la Hoja del Lunes, de Madrid. Sin embargo, Bernadó hacía valer sus derechos; manifestaba que tenía firmado el contrato y no había motivo alguno para excluirle de esta corrida.

Empezó aquí la presión de la empresa para que Bernadó desistiera de torear el lunes. Según declaraciones del torero, Berrocal le ofreció el sábado último dos actuaciones en el verano, a lo que se negó, y entonces el empresario amenazó con abonarle sólo el mínimo previsto para los matadores de su categoría en la ordenanza de trabajo. Y añade que el domingo le telefoneó Victorino Martín: «Me dijo: tú verás lo que haces; si sales te tenemos preparado un corridón de gran trapío. Yo le respondí que me da igual, pues estoy acostumbrado a las gayumbadas, pero lo que más me molestó es que añadiera que, si no toreaba, para los que me sustituyeran habría una corrida más agradable, de Diego Garrido».

Por su parte, Victorino niega que la conversación se produjera en estos términos y daba la siguiente versión a EL PAÍS: «En efecto, le llamé y le dije que si toreaba saldría la corrida de Albaserrada; que la de Diego Garrido no podía ser para él, pues el ganadero sólo nos la vendía si figuraba en el cartel Tomás Campuzano, pues, al parecer, son muy amigos, y que ya estaba hablado que los otros dos espadas fueran Curro Romero y Curro Vázquez. No hubo ninguna amenaza, y si Bernadó afirma lo contrario, miente. Sencillamente le expliqué lo que había, e incluso le aconsejé que accediera a la petición de la empresa, ya que, a la larga, salía ganando, pues se le daba un puesto en la corrida del día 30 y dos tardes en verano. Le hablé como amigo y en ningún momento hubo nada parecido a amenaza por mi parte».

Según nos decía ayer Martín Berrocal, la corrida de Albaserrada rechazada en el reconocimiento tenía presencia, en tanto que en opinión del veterinario Ramón Barga era, aunque con mucha cabeza, anovillada, regordía y muy lejos del tipo que requiere la categoría de Las Ventas. Por este motivo, se suspendió oficialmente la corrida, pero, según fuentes cercanas a la empresa, la autoridad estaba en desacuerdo con la modificación sustancial, sin motivo claro, del cartel original del festejo.

Mientras tanto, la diputación provincial, que debe dar el visto bueno a los carteles de la feria, no había hecho valer su prerrogativa ante esta modificación voluntaria por parte de la, empresa, lo que significa desatención hacia los intereses del público. El descontento era glande ayer, en medios taurinos y entre aficionados, tanto por la suspensión como por los cambios de cartel de la corrida, tan seguidos e incluso simultáneos que muchos espectadores no sabían quién iba a torear. Así, se daba el caso de que mientras en las taquillas un aviso notificaba la combinación antes dicha, en un anuncio publicado en Hoja del Lunes, de Madrid, figuraban Curro Romero, Curro Vázquez y Campuzano.

Por otra parte, preguntado el veterinario Barga por la posibilidad de que las numerosas caídas de los toros en la feria sean consecuencia de algún tipo de fraude, aseguró que se está procediendo al análisis de las vísceras de las reses, y que todos dan resultados negativos.

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