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El "Seveso norteamericano" obligará a evacuar unas 2.500 personas

Unas 2.500 personas, 710 familias en total, que vivían en la zona del Love Canal (el canal del amor) en la ciudad de Niágara Falls, donde están las famosas cataratas del Niágara, abandonarán sus casas, temporalmente, para escapar a la importante contaminación ocasionada por los residuos químicos vertidos en las aguas del canal por la Hooker Chemicals and Plastics Corporation.

El presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, decretó el estado de urgencia para toda la zona del Love Canal, ante el descubrimiento de anomalías eromosomáticas entre los habitantes, originadas por la contaminación general del aire y el agua. La Environemet Protection Agency (la agencia de protección del medio ambiente) destinará una suma, que variara entre tres y cinco millones de dólares (entre 210 y 350 millones de pesetas), destinados a cubrir los gastos de desplazamiento y alojamiento de las familias afectadas, que se instalan poco a poco en hoteles, moieles o residencias de otras zonas cercanas a Love Canal. La decisión gubernamental podría cubrir,el plazo de un año.Por otra parte, las autoridades federales reclaman la cantidad de 124,5 millones de dólares (unos 8.700 millones de pesetas) a la empresa de productos químicos que ocasionó la contaminación. Los dirigentes de la fábrica Hooker desmienten que los residuos químicos tirados en el canal sean el origen de los trastornos genéticos que sufren los habitantes. Recuerdan que entre 1947 y 1952 utilizaron también las aguas del canal para la expulsión de idénticos residuos.

La agencia de protección del medio ambiente solicitó un estudio a una sociedad especializada en el análisis de temas biogenéticos. El resultado confirmó que once de las 36 personas sometidas al análisis presentaban alteraciones en su estructura cromosomática, irregularidad que puede favorecer la aparición de cáncer, abortos espontáneos o nacimientos con deformaciones genéticas. La estructura del sistema nervioso puede también verse afectada.

Los resultados de los análisis fueron anunciados públicamente el pasado sábado. Desde entonces, reina un clima de tensión entre los habitantes de la región contaminada del Love Canal, con escenas análogas a las ocurridas hace unos años en la ciudad italiana de Seveso. Muchas personas deciden abandonar sus hogares.

Otros prefieren quedarse en la zona, excepto si son forzados a desalojar el área contaminada. «¿Dónde podría encontrar otra casa por un alquiler de 160 dólares (unas 11.000 pesetas)?», razona uno de los habitantes de Love Canal. Otros evocan cómo podrán vivir durante meses entre las Cuatro paredes de la habitación de un hotel.

John Macy, director de la Federal Emergency Management Agency, el organismo destinado a resolverlos próblemas surgidos en situación de emergencia, considera que se trata de un asunto menor, comparado a las dificultades que supone resolver en estos momentos el alojamiento de los refugiados cubanos de Miami y los damnificados por la erupción del volcán Santa Helena.

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