Intensa actividad en el IV Festival de Teatro de Títeres de Madrid

Se está desarrollando en Madrid, coincidiendo con sus fiestas patronales, el IV Festival de Teatro de Títeres, encuentro este considerado como el mayor acontecimiento del mundo del espectáculo de la marioneta en territorio español. En él se refleja principalmente el movimiento en el campo del títere en Madrid, aunque al festival han sido invitados grupos de otras regiones y países.Salvo algunas excepciones, son precisamente estos grupos que vienen de fuera los que presentan espectáculos de mayor categoría.

La programación más interesante del festival se viene celebrando en la sede central (teatro Lavapiés), aunque no por ello dejen de presentar interés muchas de las actuaciones programadas en el Teatro Permanente de Títeres y Marionetas del Retiro o en los diferentes distritos de Madrid.

Junto con las actuaciones se desarrollan actividades paralelas no menos interesantes como son las mesas redondas que se vienen celebrando a las cinco de la tarde en la sede central, en las que intervienen diferentes personalidades del mundo de la cultura y en las que se trata de diversos aspectos de la problemática actual del mundo del títere y en las que hasta ahora se ha puesto de relieve la necesidad de que los espectáculos de marionetas recuperen el prestigio debido, prestigio con el que, cuenta esta manifestación artística prácticamente en todo el mundo.

La muestra hasta ahora presentada en este IV Festival es un claro exponente de la situación por la que hoy está atravesando el espectáculo de títeres. Parece ser que los titiriteros son los primeros en no querer romper con los esquemas que deterioran la opinión del espectador hacia esta manifestación artística. Siguen sin querer afrontar riesgos, como es el olvidarse de que un espectáculo de marionetas no tiene por qué estar dirigido a un público específicamente infantil, que un muñeco puede presentar nuevas formas y técnicas, y que una obra teatral de marionetas tiene que contar no sólo con un buen constructor y manipulador de títeres, sino con una dirección, una escenografía, un autor y una puesta en escena que nos demuestre que aquello que se está viendo cuenta con todo un rigor teatral que provoque la dignificación del teatro de títeres, hecho que en la actualidad y en nuestro país no se da.

Son algunos los grupos que hasta ahora han desfilado por el festival que así lo entienden y nos ofrecen verdaderos montajes teatrales de calidad, no siempre dirigidos al público infantil, como el grupo La A, o el extraordinario Teatre de Marionetes La Fanfarra. Hay otra serie de compañías que sin dar logros espectaculares sí rompen con los esquemas principalmente de espacio escénico que hasta ahora se han venido utilizando, como las compañías Grumo de Teatro o Espectáculos Alayor. Otros presentan montajes dignos y acertados para niños, como La Gaviota o Los Duendes, o para jóvenes, como el Teatro Popular de Muñecos y Máscaras. Y, por supuesto, no podía faltar en esta muestra el espectáculo tradicional de títeres, claro exponente de las marionetas de los años cincuenta en España, que la compañía Mili-Koki ha sabido presentar con un encanto y una profesionalidad que demuestra la validez, aun hoy en día, de este tipo de espectáculos tan desprestigiados por las nuevas corrientes que desean transformar al títere pero que aún no han encontrado un nuevo camino, que cada vez se hace más necesario, por el que encaminar al muñeco de nuestros días.