Debates en Granada sobre los intelectuales y la sociedad actual
«Los intelectuales se encuentran hoy sometidos a las más contrapuestas tentaciones de no compromisos, especialmente eficaces en tiempos duros, en los que está en crisis la función misma de intelectual como sacerdote de la conciencia histórica», ha dicho en Granada el escritor y periodista Manuel Vázquez Montalbán, durante su intervención en las jornadas de debate sobre La sociedad actual y los intelectuales, organizadas por el club Larra.
«El pragmatismo progresivo que afecta a los partidos de izquierda dentro del sistema capitalista», añadió el ganador del último Premio Planeta de novela y responsable de la comisión de Cultura del PSUC de Cataluña, «convierte a los intelectuales orgánicos en tecnócratas, y a éstos en una casta especializada en programar y dirigir, que se reproduce asimisma y rechaza cualquier posible introducción de intelectuales de distinto tipo».Para Vázquez Montalbán, cuya ponencia trató sobre el tema Intelectuales y compromiso político, las repugnancias de los partidos marxistas a teorizar es un primer síntoma de su voluntad de suicidio como tales partidos marxistas, así como de su incapacidad para asimilar intelectuales que vayan más allá del pragmatismo y la programación.
En el ciclo han intervenido además Nicolás Sartorius, abogado y dirigente de CC OO; Daniel Lacalle, coordinador de la revista Argumentos, y Rafael Ribó, economista y profesor de la Universidad de Barcelona.
Análisis crítico, partidos marxistas e historia
Tras realizar un crítico análisis del papel jugado por los intelectuales en el seno de los partidos marxistas a lo largo de la historia, Vázquez Montalbán afirmó que en la actualidad el empobrecimiento teórico de los partidos revolucionarlos «no sólo se manifiesta en el recurso del hipertactismo y el politicismo, sino en su incapacidad para asumir e impulsar los nuevos focos de conciencia crítica (feminismo, ecologismo, etcétera), que van surgiendo como consecuencia del deterioro del sistema y de la crisis de valores de la civilización burguesa».En este sentido, el descrédito del compromiso político del intelectual, según el escritor catalán, forma parte de «la lucha ideológica emprendida por el capitalismo y sus sacerdotes culturales, agudizada ahora por la propia crisis, y uno de cuyos argumentos fundamentales es el falso planteamiento de la inutilidad e ineficacia del compromiso político del intelectual para propiciar el cambio».
Babelia
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