Finaliza la huelga general de dos semanas en Suecia
Suecia inició ayer la normalización de la actividad laboral, tras haberse alcanzado, en las últimas horas del pasado domingo, una fórmula de solución al conflicto que, en algunos sectores, duraba ya diecisiete días, y que había amenazado con paralizar al país. El contenido de la propuesta presentada, en un último esfuerzo, por la comisión mediadora, es el siguiente: aumentos salariales del 6,8% a partir del 1 de julio, más una paga, por una sola vez, de 320 coronas (aproximadamente 5.000 pesetas), para el sector privado, y del 7,3%, más una paga extraordinaria de 670 coronas (unas 9.000 pesetas) para el sector público, desde el 1 de junio.
En el sector sindical, la fórmula aprobada es considerada satisfactoria, pese a que, desde la iniciación de las conversaciones por el convenio en noviembre pasado, sus delegados reclamaron un aumento del 11,3% con retroactividad al 1 de noviembre, frente a la posición patronal, que se negaba a considerar ningún aumento.El proceso de las negociaciones celebradas entre el sábado y domingo pasados tuvo ribetes que la prensa calificó unánimemente como dramáticos, cuando, tras haberse hecho pública la aceptación de la fórmula mediadora por la central de trabajadores (LO), la confederación de empresarios (SAF) anunció su rechazo de la misma. De inmediato el Gobierno convocó a los representantes de la SAF, a los que pidió, invocando la necesidad de la pacificación social, que reconsideraran su posición. Tres horas más tarde, los directivos de la asociación de empresarios comunicaban la aceptación de la propuesta.
Esta es la versión oficial de los hechos, a los que la oposición, a través de su portavoz más relevante, el socialdemócrata Olof Palme, calificó de «función de teatro». Palme dijo también que las actitudes de la SAF demostraban que el conflicto pudo haberse evitado y que el movimiento obrero salía fortalecido de la lucha librada.
El sector empresarial fundamentó su rechazo inicial de la fórmula -consecuente con la posición sustentada desde el comienzo de las negociaciones, hace ya varios meses- en diez puntos, entre los que cabe destacar los siguientes: aumento de los costos de producción y, en consecuencia, de las dificultades para competir en los mercados internacionales; dificultades para incrementar el nivel de ocupación; incremento de la inflación, disminución de las posibilidades de inversión en el sector público, que llevará a una progresiva involución del sistema de seguridad social, etcétera.
El Gobierno, fortalecido
A pesar de estas objeciones, ante el requerimiento del Gobierno que, por lo que se ha podido saber, no contuvo ni ofrecimientos ni coacciones, y sí solamente la invocación a la «paz social», la SAF revocó rápidamente su decisión inicial.La solución lograda no resuelve, sin embargo, los problemas estructurales de la economía sueca y, por consiguiente, no implica un certificado de paz social por tiempo indefinido. A los planes del Gobierno, de ahorrar 7.000 millones, de coronas, se suma en lo inmediato una nueva subida de los precios.
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