_
_
_
_

Marruecos apresa a otro pesquero español

La marina de guerra marroquí detuvo ayer otro pesquero español, con lo cual la lista de los barcos apresados se eleva ya a quince. Un funcionario de la Subsecretaría de Pesca debía recibir el lunes por la tarde en el consulado de Casablanca a los patrones de las embarcaciones amarradas en ese mismo puerto, para informarse sobre las circunstancias de los apresamientos.Esta vez, como todas las anteriores, los patrones de los barcos sostienen que fueron obligados a firmar «bajo amenaza de encarcelamiento» un documento en el que reconocían que se encontraban de seis a nueve millas de la costa. Sólo uno de ellos, el patrón del Cárdenas Santos, se negó a hacerlo. Los cónsules españoles llegaron tarde a ese acto de la firma y no pudieron asesorarles ni traducirles los documentos previamente.

Las versiones de los pescadores a posteriori difieren radicalmente de lo que han firmado. Todos, con excepción del Playa del Caimán, estaban en posesión de la licencia reglamentarla de pesca. Todos afirman que sus redes son igualmente reglamentarias. A los que se les ha verificado esta cuestión los propios técnicos marroquíes han reconocido que efectivamente sus artes estaban dentro de las normas. Un patrón, con sentido del humor, preguntó al oficial en cuestión que si él lo tenía todo en regla qué hacía allí, a lo cual el funcionario respondió encogiéndose de hombros.

Según las versiones de los patrones, el Llorens se encontraba a veinte millas cuando fue interceptado, el pesquero Isleño, a dieciocho; el Maestro Calé, a veinticuatro; el Punta Bermeja, a quince, y los restantes a distancias de la costa que oscilan, según ellos, entre las doce y las quince millas. Se da la circunstancia curiosa de que los marroquíes retienen con ellos a Francisco Gómez Velázquez, patrón de un barco que se dio a la fuga y ha regresado a su base.

Por tratar de recoger estos testimonios, el corresponsal de EL PAIS fue conducido por dos soldados armados a la prefectura del puerto de Casa Blanca, donde después de varias consultas de los oficiales a sus superiores, se le dijo que no podía hablar con los pescadores. La entrevista sólo pudo celebrarse después de que aquéllos salieron del puerto, en un parque próximo, no sin que agentes de la policía se interesaran por los motivos de la reunión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_