Belleza de la voz

El Roy Hart Theatre es de los últimos que mantienen una mística de grupo de convivencia familiar; una coordinación estrecha entre vida y arte. Ha sobrevivido bien a la muerte de su fundador, Roy Hart, y sigue siendo una extraordinaria escuela de voz, de sentido musical y, en segundo término, de expresión corporal. Los textos suelen ser tratados con poco interés. A veces, como en este caso concreto de El perro de Dios, sería mejor que no existieran.Perturba considerablemente escuchar algunas escenas vulgares, tratar de seguir un argumento desmañado, entre drama rural -o zarzuela- y misterio, auto sacramental, que se desarrolla entre lugares comunes, por una parte, y falta de coherencia, por otra. Suele ser un tributo que pagan las óperas y, en realidad, El perro de Dios es una ópera: más colectiva que de individualidades.

Roy Hart inventó un nuevo sonido y una nueva utilización de la voz humana, ampliando las tesituras hasta dimensiones desconocidas. Roy Hart y sus seguidores han buscado esta capacidad por la vía de la liberación del inconsciente, por ciertas gimnasias, por la colocación de la voz en el centro del estómago. El resultado es de una gran belleza.