Belgrado será escenario de una "cumbre roja"

Después de que el lunes se previera lo contrario, ayer se confirmó la presencia de Breznev en los funerales que en honor del presidente yugoslavo, Josif Broz Tito, se habrán de celebrar mañana en Belgrado. Junto al líder soviético asistirán los más importantes dirigentes comunistas del este de Europa.«Como el más importante de los cónclaves del Este» ha sido calificado, en círculos occidentales, la próxima reunión en Belgrado de los dirigentes del Pacto de Varsovia, según informa nuestro corresponsal en Moscú, Ismael López Muñoz.

Leónidas Brejnev presidirá la delegación soviética junto al ministro de Asuntos Exteriores, Alexei Gromiko, y el embajador de la URSS en Yugoslavia, Nocolaia Rodionov. La decisión ha sido meditada después de la entrevista mantenida el pasado lunes con el embajador yugoslavo en la Unión Soviética, Marco Orlandic.

Los rumores propagados en Occidente desde hace meses de una posible «intervención pacífica» en Yugoslavia por parte de los soviéticos, parece tener un desmentido oficial en esta presencia física de los primeros dirigentes del Kremlin en el entierro de Tito.

Todo parece orientarse, en esas circunstancias, en ofrecer al Oeste la permanencia de un fuerte bloque socialista. Los máximos dirigentes de los países del Este estarán presentes mañana en Belgrado, incluido el presidente búlgaro, quien ha sido siempre el más reticente a la hora de entablar diálogo con el mariscal Tito, que rehusó en dos ocasiones visitar Sofía, sin duda, preocupado por los litigios territoriales que mantienen ambos países. Leónidas Breznev quiere servir de aglutinante y parece dispuesto a demostrar a Occidente que aquel bloque del Pacto de Varsovia está unido y respetan, asimismo, al que fue su gran disidente: el presidente yugoslavo.

Breznev acudió ayer a la Embajada yugoslava en Moscú para comunicar su pésame.

La fúnebre cumbre de Belgrado dará lugar a varias entrevistas. Mientras se descarta un encuentro Breznev-Schmidt, se confirma la conversación que habrán de mantener el canciller alemán y el primer ministro japonés, Mashayosi Ohira, informa nuestro corresponsal en Bonn, Julio Sierra.

Sin embargo, dentro de los «contactos junto a la tumba», como se llama en Alemania Occidental a esta ocasión diplomática, se da ya por seguro un encuentro del canciller con el jefe del Estado y del partido de la República Democrática Alemana, Erich Honecker. Como también es ya seguro el viaje de Schmidt a Moscú a finales de junio o primeros días de julio. El canciller informó ayer a la directiva de su partido de la marcha de los preparativos del viaje y calificó como «deber urgente» el de «mantener abiertos los canales de comunicación entre el Este y el Oeste». Ello redundará, según Schmidt, «en bien no sólo de intereses alemanes, sino también de Occidente en general». Los ministros de Asuntos Exteriores de Bonn y Moscú, Genscher y Gromiko, acordarán en Viena el próximo día 15 la fecha más adecuada para este viaje.

En Bonn se confía en que las dos ocasiones anteriores al viaje en que se encontrarán altos políticos del Este y del Oeste, mañana, en Belgrado, y la próxima semana, en Viena, facilitarán el camino hacia una solución pacífica de la múltiple crisis actual. En una conferencia de prensa celebrada ayer en Bonn por el canciller austriaco Bruno Kreisky, que visita oficialmente la RFA, éste ha respaldado la iniciativa del viaje de Schmidt y apeló a las grandes potencias para que «conserven la calma en la difícil situación actual».