Juicio contra una empresa de muebles por la muerte de un niño
Penas de prisión no inferiores a tres años y dos millones de indemnización ha solicitado la acusación particular para el director comercial y el representante en Barcelona de una empresa de muebles de baño, en el juicio que se ha celebrado por la muerte de un niño que sufrió una descarga eléctrica al salir de la ducha.
Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 1975, cuando el niño Rodrigo Morales se apoyó en el mueble en cuestión, al parecer con el cuerpo mojado. Según los resultados de un dictamen pericial, un tramo de cinco milímetros de uno de los conductores eléctricos del armario metálico fue encontrado aplastado y con el hilo al descubierto, de forma que se establecía contacto con el portalámparas, y de ahí con el aplique y la carcasa.
El mismo informe añade que si una persona tocaba el mueble sin ofrecer resistencia a la corriente, como podría suceder en un baño, «los resultados pueden ser, como en el presente, mortales».
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