Nixon: "La inflación y el paro decidirán las elecciones norteamericanas"

«La inflación y el paro serán los temas que decidirán las elecciones presidenciales el próximo mes de noviembre. Para entonces las crisis de los rehenes en Irán y el conflicto de Afganistán se habrán quemado cara a la opinión pública». Esta opinión fue formulada anoche por el ex presidente norteamericano, Richard Nixon, en el curso de una cena celebrada en EL PAÍS.Preguntado por la sucesión de Leónidas Brejnev en el Kremlin, Nixon afirmó que Kossiguin, por la salud; Gromiko, por su falta de imagen de líder; y Suslov, por su carácter «profesoral», parecen descartados para dirigir la Unión Soviética. «Cualquiera que sea la persona designada», explicó, «será más dura que la actual para Occidente».

Nixon se mostró partidario de apoyar hasta el final al rey Hassan II de Marruecos en el conflicto del Sahara, porque es un líder moderado prooccidental y ejerce una «influencia estabilizadora en el área». «La desestabilización de Marruecos», añadió, «sería un desastre geopolítico de primera magnitud y hay que evitarla ».

El ex presidente anunció que había hablado ayer tarde con el jefe del Gobierno español, Adolfo Suárez, sobre el tema de la OTAN. Nixon se extrañó de que -a diferencia de Gran Bretaña, Francia, o la República Federal de Alemania-, los socialistas españoles se opusieran a nuestro ingreso en la Alianza Atlántica, y afirmó que nuestra eventual entrada no debe hacerse, en ningún caso, «a costa de crear una división política en el país».

Nixon, artífice de la apertura política a China, explicó que los dirigentes de Pekín sólo están interesados en dos cuestiones clave: «¿tendrá EE UU el suficiente poder nuclear para defendernos de la Unión Soviética?; y la OTAN ¿seguirá siendo lo suficientemente fuerte para que la URSS tenga dos frentes si decide atacar a China? ».

Nixon ve una carrera electoral en noviembre entre Carter y Reagan, «aunque Kennedy podría dar la sorpresa en las primarias de California». El ex presidente piensa que el candidato independiente Anderson quitará votos por igual a republicanos y demócratas.

Para Nixon, el nombramiento de Edmund Muskie como secretario de Estado no afectará a la pugna ideológica entre el, Consejo Nacional de Seguridad y el Departamento de Estado, pero sí supondrá una «ayuda sustancial para el presidente en sus relaciones con el Senado » donde Muskie goza de prestigio.

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