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La "cumbre" comunista de París llama al diálogo a socialistas y cristianos

A última hora del día de ayer terminó en París el «encuentro» entre los veintidós partidos comunistas y obreros europeos (nueve partidos comunistas; el español, entre ellos, negaron su asistencia), con una intervención del secretario general del Partido Comunista francés (PCF), Georges Marchais. Este último, hizo un «llamamiento» final de «los veintidós» a todos los pueblos de Europa y subrayó la iniciativa esencial de esta reunión tendente a la convocatoria de una conferencia continental en la que participarían las fuerzas comunistas, socialistas, socialdemócratas y cristianas. El jefe de la delegación de la URSS, Boris Ponomariov, en su discurso, advirtió que no existe una «tercera vía» entre las posiciones de la Alianza Atlántica y las del Pacto de Varsovia.

Las veintidós delegaciones de los partidos comunistas y obreros de Europa, presentes ayer en el hotel Meridien, de París, aprobaron un «llamamiento a los pueblos de los países de Europa», que contiene esencialmente siete puntos: anulación de la decisión de la OTAN sobre el despliegue de nuevos misiles americanos en Europa; ratificación inmediata del acuerdo SALT II, sobre la reducción de los armamentos estratégicos que el presidente Carter ha demorado a causa del asunto afgano; exigir progreso de las negociaciones de Viena sobre la reducción de fuerzas armadas; luchar por la celebración de la Conferencia de Madrid sobre la seguridad y la cooperación europeas; celebración en Varsovia de una conferencia europea sobre la distensión militar y el desarme en el continente europeo; aplicación de las decisiones de la sesión especial de la ONU para el desarme, y lucha por el desarrollo y contra el hambre.Para conseguir todo lo anterior, el «llamamiento» invita a la unión a «todas las fuerzas pacíficas, comunistas, socialistas, socialdemócratas, cristianas y creyentes de otras confesiones». Y para que esa agrupación se realice, «los veintidós» se dicen dispuestos a una iniciativa abierta que permita el encuentro y el diálogo entre todas esas fuerzas que, en Europa, «están decididas a obrar, por la distensión y para reducir las armas en nuestro continente, según el espíritu de Helsinki y con vistas a la conferencia de Madrid».

En su discurso de clausura, Marchais acentuó el «éxito de la reunión al conseguir el objetivo preciso y positivo de sus iniciadores (franceses y polacos): aportar la gran fuerza que representan los partidos comunistas y obreros de Europa a la causa elevada y humana de la paz». Según Marchais, la iniciativa de «los veintidós», tendente a la reunión de todas las fuerzas comunistas, socialistas, socialdernócratas y cristianas, debiera «ayudar a una buena preparación del próximo encuentro de Madrid». Esto indicaría que la «iniciativa» debiera cuajar antes del próximo otoño.

A lo largo de los dos días de trabajo, los delegados de los diversos partidos comunistas pronunciaron discursos, todos ellos, por lo esencial, en el sentido del jefe de la delegación soviética, Ponomariov, cuyo discurso tendió a aprobar que la política de Estados Unidos es un peligro para el mundo y, muy particularmente, para Europa.

No hay salvación fuera de la Iglesia

Por ello, según Ponomariov, Europa debe asegurar ella misma su futuro pacífico. Y, dirigiéndose implícitamente a los partidos comunistas ausentes de la reunión de París, el dirigente soviético resaltó que el dlilema que deben plantearse es el siguiente: «Pronunciarse por la política de distensión (la de la URSS) o contra ella». En conclusión, dijo, «no existe tercera vía para los representantes del movimiento obrero y las fuerzas realmente antimilitaristas. No se trata de parar en seco toda la variedad de las situaciones de los diferentes países. Lo que deseamos es advertir a quienes se hacen la ilusión de que, colocando en el mismo plano a la OTAN y al Pacto de Varsovia resuelven los problemas de la paz y de la guerra en favor de este último».Por su parte, Marchais, en el discurso de clausura, no aludió a esta parte de la alocución de Ponomariov.

En un diálogo informal con los periodistas, Ponomariov no quiso pronunciarse sobre la tesis de Santiago Carrillo, según la cual, esta conferencia de París afirma la política de bloques: «Esta reunión», dijo, «es útil para toda Europa, España incluida. Por lo demás, diré que no favorece la confrontación».

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