Los pescadores españoles siguen en Casablanca

Los tripulantes de los veintiún pesqueros españoles retenidos en el puerto de Casablanca desde hace ocho días tendrán que pasar otro fin de semana en el puerto de esa ciudad marroquí porque no han podido ser satisfechas a tiempo las diligencias para el pago de las multas que les fueron impuestas.

Después de conocidas las acusaciones que formulaban contra ellos las autoridades de Rabat, el Gobierno español remitió por transferencia el importe global de las cantidades a que han sido condenados. Dicha transferencia llegó el viernes al banco marroquí.

La transferencia efectuada desde España tiene que ser emitida por el banco receptor al Banco de Marruecos, para su conversión en moneda local. Con ese dinero los patrones de los barcos tienen que personarse en la Dirección de la Marina Mercante marroquí para retirar las llamadas «actas de transacción», con las cuales han de dirigirse a la Percepción de Finanzas, que es la que cobra las multas efectivamente y la que les expide un recibo de pago, que a su vez ha de presentar a la Dirección de la Marina Mercante otra vez, para que autoricen la partida de los barcos.

Según fuentes españolas, el importe de las multas oscila entre 300.000 y 340.000 pesetas.

Mientras la burocracia acaba con la paciencia de casi todos, el tono sube en la prensa y los medios oficiales contra España. El jueves, un grupo parlamentario mayoritario de los «independientes» solicitó en el Parlamento que se pusiesen a discusión las relaciones con España y el convenio de pesca, con el animo de «dar una lección a un país que sigue considerando a Marruecos con mentalidad colonial».