Miami, una segunda Cuba
La masiva instalación de los exiliados cubanos en el sur de Florida, concretamente en Miami, ha transformado la cara de una ciudad «muerta» durante casi todo el año hace unas décadas y ahora enriquecida por un floreciente turismo latinoamericano. Incluso el famoso Miami Beach, centro invernal para el descanso del norteamericano adinerado que huía del frío norteño, ha quedado desplazado en favor del centro de la ciudad.Llegar a Miami con idea de adentrarse en el modo de vivir americano sorprende al viajero. Raro es caminar sin escuchar voces en castellano, tipos latinos y numerosos letreros que anuncian: «Café Varadero», «Farmacia Pequeña Cuba», y así numerosos restaurantes, pastelerías, comercios... Como muestra la última encuesta, existen actualmente 8.000 negocios en manos de cubanos, en comparación con los 919 existentes hace tan sólo diez años.
«El cubano. exiliado, en su mayoría ha podido prescindir de las subvenciones que da el Gobierno norteamericano; tan sólo un 14% del total de los exiliados residentes en Estados Unidos se sitúa en lo que se denomina línea de pobreza», señala el profesor Clark.
Indudablemente, y tras largos años de permanencia en territorio norteamericano, el cubano, incluso por necesidad de superviviencia, se ha integrado en la vida norteamericana. «Aunque somos cubanos», afirmación casi unánime en todas las personas preguntadas, incluso los jóvenes que apenas conocieron su país de origen o que incluso han nacido en territorio estadounidense.
Así vemos cómo muchos se expresan mitad inglés mitad español, aunque el bilingüismo es fenómeno normal. Y como integrado también, el cubano participa en la vida política norteamericana.
Si numerosas encuestas y estudios sobre el comportamiento electoral de las minorías muestran que éstas apuestan por el Partido Demócrata, no así el cubano con derecho a voto. El exiliado tiende a ser conservador en su voto, o sea, prefiere a aquel partido que proponga una política internacional dura, sobre todo en lo que concierne a la actual situación Estados Unidos-Cuba.
Lo cierto es que, debido a la influencia latinoamericana, son cada vez más las ofertas de empleo que exigen el bilingüismo para un buen puesto de trabajo.
Los últimos años han visto la aparición de numerosos órganos de prensa editados por la comunidad cubana. Al ya tradicional Diario delas Américas -el cual, según informe publicado por la Central de Inteligencia Norteamericana percibía subvenciones de ésta- han seguido nuevos órganos de prensa como muestra de intento de integración cultural y de presentar una información diversa y variada ideológicamente.
De igual forma, la gestación de fundaciones para la difusión de la cultura cubana son proyectos, muchos de ellos a punto de conclusión práctica. En Miami actualmente tienen sedes los partidos Socialdemócrata, Demócrata Cristiano, y el hace poco creado, Grupo Anarquista Cubano.... hechos impensables.
Por tanto, y pese a que negar que la mayoría de la comunidad actualmente residente en Miami está bastante desligada, es de esperar que estos intentos produzcan ánimo y cooperación muchas veces, pese a las apariencias de desarraigo, la sensación de estar en tierra de nadie. Apariencias aparte, produce una enorme desidia y apatía. «Necesitamos, sin rechazar nuestra situación real, encontrar un motivo lo suficientemente profundo como para aglutinarnos y crear, abrirnos hacia el exterior, interesar a la gente», manifiesta un miembro del Partido Socialdemócrata.
«Miami parece estar saliendo del provincianismo al que durante tanto tiempo ha estado sometido» manifiesta Juana Rosa Pita, poeti sa cubana radicada desde hace dos años en Miamí, y que, según testinionio propio, «esta ciudad me aterraba, pensaba que no se podía hacer nada, que todo era la misma tontería de siempre ... »
Pero Juana Rosa, finalista en el premio de poesía convocado por la Editorial Anagrama, de Barcelona, decidio establecerse en la ciudad norteamericana fundando una editorial, Solar, entre cuyas ediciones se encuentran las del poeta cubano encarcelado por motivos de expresión contraria a la revolución Angel Cuadra.
Y como Juana Rosa hay muchos que trabajan para lograr que esta ciudad, «la segunda deNpués de La Habana con más población autóctona cubana», sea un núcleo de expresión del exilio.
«Durante muchos años hemos padecido la discriminación de la opinión pública internacional; somos los "terratenientes", los que dejamos nuestro país para "disfrutar de un exilio dorado"», afirma Marta Valladares, ex prisionera política y mujer del actualmente encarcelado Armando Valladares, condenado a treinta años de prisión pese a haber sido partidiario de Castro.
Y en este mosaico, en este abanico vario donde se encuentran desde los clichés merecidos hasta estos «brotes» aún minoritarios pero «con ansias de salir de este gueto al que parece nos han sometido», viven los «gusanos», o «mariposas», como últimamente los ha denominado Castro.
