Profesoras de universidad y sindicalistas, detenidos como cómplices de las Brigadas Rojas
El grupo terrorista italiano Brigadas Rojas recibió ayer un duro golpe con la detención de treinta personas, presuntamente vinculadas a la organización, en una redada de los policías que dirige el general Alberto dalla Chiesa en cinco ciudades italianas.
Los medios políticos subrayan que esta vez los carabineros no dispararon ni un solo tiro. Y esto porque fue muy criticada la última operación de Génova, donde resultaron muertos los cuatro terroristas. Muchos analistas se preguntaron entonces si no hubiera sido posible cogerles vivos. Otro hecho significativo es que en esta última acción contra el terrorismo de Brigadas Rojas ha caído de todo: dos mujeres catedráticas de la Universidad de Trieste, donde enseñaban arquitectura e historia contemporánea, seis obreros de la Fiat comerciantes y un buen número de sindicalistas. Este ha sido el elemento que ha creado mayor preocupación. En realidad, de los cinco sindicalistas que han acabado en la cárcel, dos habían sido ya expulsados hace dos años del sindicato comunista CGIL. Pero los otros tres eran hasta hoy miembros sindicales activos: dos pertenecían al democristiano CSIL, y uno, al sindicato republicano-socialista UIL.Angelo Perotti, de 35 años, es el más significativo de los detenidos, porque era delegado de la dirección provincial y miembro de la coordinadora nacional del sindicato de la empresa Sit-Siemens.
Las organizaciones sindicales han comunicado inmediatamente que estos casos aislados, aun creando grave preocupación, no pueden ser instrumentalizados contra la gran masa de los trabajadores que militan en las organizaciones sindicales y que han sido siempre los primeros en salir a la calle para manifestarse contra todo tipo de terrorismo o violencia. Lo que ocurre, afirmaron ayer conjuntamente los dirigentes nacionales de los diversos gremios, es que el sindicato es una institución democrática sin control policial, donde los terroristas se saben infiltrar muy bien.
De hecho, en cierta ocasión», algunos de los brigadistas detenidos ayer se habían destacado como miembros activos en las manifestaciones pacifistas.
Al parecer, todos los detenidos en esta nueva acción del general Dalla Chiesa pertenecen, sobre todo, a los «sostenedores» de la organización terrorista Brigadas Rojas. Es posible, afirman los especialistas, que no hayan disparado nunca o por lo menos mortalmente, pero han podido ser elementos preciosos para cubrir y ayudar a los militantes de la organización.
Hay quien sostiene que la columna de las Brigadas Rojas de la región del Piamonte ha recibido un duro golpe con estas nuevas detenciones. En efecto, en diciembre pasado habían sido capturados militantes; en febrero, los dirigentes; en marzo, los pisos donde se alojaban, y ayer, los «sostenedores» o cómplices.
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