Teherán pide a Occidente que no se sume a las represalias norteamericanas
Sadegh Ghotbzadeh, ministro iraní de Asuntos Exteriores, pidió ayer a los embajadores de varios países occidentales que «sus Gobiernos no se sumen a las represalias norteamericanas», anunció ayer Radio Teherán.Al recibir ayer en Teherán a los embajadores de los nueve países miembros de.fa Coniunidad. Económica Europea (CEE), y a los representantes de Japón ,Australia y Nueva Zelanda: Ghotbzadeh les invitó a no olvidarse de los intereses de sus propios países».
Estas mismas peticiones serán hechas hoy por el jefe de la diplomacia iraní. a los embajadores de España, Portugal, Suecia, Noruega, Finlandia, Ausiria y Suiza. Mañana, Ghotbzadeh, recibirá a los representantes de los países islámicos acreditados en Teherán.
Los Gobiernos de la CEE y de los tres países candidatos al ingreso en la Comunidad, entre los que figura España, sólo tomarán una decisión definitiva sobre eventuales medidas de retorsión económica tras la conversación que ínantendrán sus representantes diplomáticos acreditados en Teherán con el presidente iraní, Abolhassan Banisadr.
A éste, que les recibirá en breve, los embajadores europeos preguntarán cuándo las autoridades iraníes proyectan liberar a los cincuenta rehenes norteamericanos retenidos en la sede diplomática de EEUU- en la capital iraní. Tras su entrevista regresarán a sus respectivas capitales, para informar de la respuesta a sus Gobiernos.
Japón se asociará a esta iniciativa europea, según anunció ayer el Ministerio nipón de Asuntos Exteriores. Al término de una reunión del Gabinete japonés, Saburo Okita, ministro de Exteriores, declaró a la prensa que, junto con la CEE, el representante nipón en Teherán pedirá la inmediata liberación de los rehenes. Por su parte, el Gobierno argentino clausuró ayer su embajada en la capital iraní.
Los rehenes no peligran
El jefe de Estado iraní aseguró ayer, en una entrevista concedida al semanario italiano L'Espresso, que, «por el momento, las vidas de los rehenes no peligran».
La manifestación unitaria que se desarrolló ayer en Teherán reunió aproximadamente un millón de personas, lo que transforma este desfile en uno de los más importantes. desde la caída del antiguo régimen.
Los manifestantes que afluyeron desde Primera hora de la mañana al recinto de la Universidad, donde el presidente Banisadr pronunció un discurso, no consiguieron entrar todos en el campus. Centenares de miles permanecieron en las arterias cercanas, provocando enormes atascos en pleno centro de la ciudad.
Por petición expresa de las autoridades, que reiteraron el carácter unitario de la manifestación, dirigida contra los «enemigos de Irán» (EEUU, Egipto e Irak), ninguna organización o grupo político acudió con sus propias banderas o insignias.
Entre las consignas gritadas con más frecuencia figuran: «¡Abajo Norteamérica!», «¡El Islam vencerá!», «¡Tú tienes Phantoms, nosotros, nuestra fe! ». «¡Sadat, vergüenza para ti, devuélvenos nuestro cerdo (sha)!». A estos eslóganes replicaba la izquierda laica coreando: «¡Obreros, campesinos, destruyamos el imperialismo!».
