Desmantelado en Francia un núcleo terrorista internacional
La policía francesa detuvo ayer a veintiocho personas, la mayor parte en París y el resto en Niza y en Tolón. En los domicilios de algunas de ellas fueron descubiertos importantes depósitos de armas, explosivos y carnés de identidad Con esta redada, los servicios policiales creen haber desarticulado el grupo extremista. Acción Directa, que las mismas fuentes suponen en relación estrecha con las Brigadas Rojas italianas. Un español, entre otros extranjeros, figura en la lista de detenidos, escribe desde París Feliciano Fidalgo. Otra fuente, próxima a la policía, afirmó que había tres españoles entre los capturados.
La agencia Efe informó desde Roma que la policía italiana confirmó que dos de los cuatro italianos detenidos en Tolón pertenecen a las Brigadas Rojas y están acusados de participación en el asesinato de Aldo Moro.Los dos detenidos son Franco Pinna y Enrico Bianco, buscados por la policía italiana, desde abril de 1978, por su presunta participación en el secuestro de Moro.
La policía italiana no reveló la identidad de un tercer detenido, pero sí la de Oriana Machionni, esposa de Bianco y también vinculada al caso Moro, así como la de Olga Girotto, detenida en París.
El Tribunal de Seguridad del Estado francés se declaró ayer competente en el caso, lo que supone que la policía podrá mantener en prisión preventiva a los presuntos terroristas durante seis días, en vez de las 48 horas que prescribe el plazo legal para los delitos comunes.
Un centenar de policías franceses participaron en la operación. Simultáneamente, en París fueron detenidas veintitrés personas, y cinco en Tolón y Niza. Ocho de ellas eran mujeres. En los domicilios de algunos de los arrestados la policía descubrió seiscientos kilos de dinamita, varias pistolas, tres pistolas ametralladoras y más de mil carnés de identidad nacional italianos vírgenes. «En Tolón y Niza la policía también encontró carnés de identidad exactamente iguales. Los servicios oficiales no han querido revelar la identidad de los detenidos, pero afirmaron que había varios extranjeros, cinco italianos y un español. Las mismas fuentes dicen que varias de estas personas ya eran conocidas por haber participado en robos diferentes los unos, y los otros, por pertenecer a movimientos extremistas.
En el chalé que ocupaban los detenidos en Tolón parece ser que había dinero, armas, documentaciones falsas y pruebas demostrativas de la relación existente entre dichas personas con las Brigadas Rojas italianas.
Con todo ello la policía francesa cree haber desmantelado el grupo denominado Acción Directa, que se ha manifestado en este país desde hace un año en una docena de ocasiones. Nunca ha ocasionado víctimas, y su última intervención, el pasado día 18 del mes en curso, fue el tiroteo contra el despacho del ministro de la, Cooperación, Robert Galley. Los responsables, que habían preparado la operación minuciosamente a través de las informaciones recogidas durante los últimos tiempos, afirman haber «asestado un duro golpe al terrorismo internacional». La mayoría de la opinión gala, ayer, se manifestaba en igual sentido. Las informaciones y comentarios de la prensa exhalaban un respiro de alivio al entender que ante «una España y una Italia envenenadas por el terrorismo, nosotros felizmente somos un lago de paz». Algún diario marginalista recordaba que en las cárceles francesas «se pudren cien presos políticos corsos».
Acción Directa ha perpetrado atentados con explosivos y procedió a una nueva clase de terrorismo desconocida hasta entonces en Francia: el tiroteo de edificios con metralleta.
En mayo de 1979 se empezó a hablar de esta organización con motivo de los atentados contra la sede del empresariado francés y contra un edificio del Ministerio de Finanzas.
El 17 de septiembre, una pareja descendió de un coche y ametralló los muros y las ventanas del Ministerio de Trabajo.
Tras nuevas acciones terroristas en la Inspección de Trabajo y en una sociedad inmobiliaria con sede en París, la organización colocó una bomba, el 16 de marzo pasado, en locales del servicio de contraespionaje.
