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Francia endurece su postura respecto a la URSS

Francia ha decidido endurecer su posición respecto a la Unión Soviética en relación con la actual crisis internacional, lo que podría reflejarse en un boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú. Al mismo tiempo, un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores expresó ayer sus dudas sobre la conveniencia de celebrar en estas condiciones la Conferencia de Madrid de Seguridad y Cooperación en Europa, prevista para el otoño. A pesar de este eventual giro de la diplomacia gala, a favor de las tesis americanas contra la URSS, el Consejo de Europa ha decidido definitivamente celebrar una reunión extraordinaria en la capital española, el próximo mes de julio, para estudiar la celebración de la Conferencia de Madrid.El Ministerio francés de Asuntos Exteriores no lo había confirmado oficialmente anoche, pero diferentes fuentes oficiosas consultadas a lo largo de ayer en esta capital dejaban entender claramente que la diplomacia gala abandona la táctica de la prudencia adoptada respecto a la URSS tras la invasión de Afganistán por este último país y la reemplazada por una actitud más dura que, en definitiva, acerca París a la tesis de Washington.

Por entender que la détente (distensión Este-Oeste) estaba en juego y porque la «independencia» de Francia respecto a los dos supergrandes le aconsejaba una actitud específica que paralelamente sería apreciada por el Tercer Mundo, el presidente francés, Valéry Giscard d'Estaing, aun condenando la invasión de Afganistán, multiplicó los contactos con Moscú. Con ello creyó salvar esa détente y reforzar la imagen de una Francia capaz de influir en las regiones del mundo más codiciadas por la URSS y por EEUU.

Las últimas semanas, sin embargo, han desalentado a la diplomacia francesa. Emisarios enviados recientemente a Moscú por París fueron recibidos fríamente. Informes secretos llegados a manos de los dirigentes galos, procedentes de Afganistán, también se cree que les han confirmado a las autoridades francesas que las tropas soviéticas no abandonarán Afganistán mientras no hayan «normalizado» el país, es decir, hasta que la resistencia no haya sido reducida. Estos datos habrían convencido al señor Giscard de que, en contra de sus esperanzas, «es imposible conseguir de la URSS un calendario estipulando la retirada de sus soldados».

Es de anotar igualmente que esa posible revisión de la diplomacia

-francesa salta a la luz tras dos acontecimientos tangibles para el público: el consejero y amigo íntimo del presidente, el príncipe Michael Poniatowski, no fue recibido hace unos días en la Casa Blanca por haber criticado duramente la política del presidente Carter. En segundo lugar, el hecho se produce también al día siguiente de la entrevista Giscard-Schmidt en Hamburgo, en la que el canciller alemán le instruyó al presidente francés sobre su reciente conversación con Carter en la capital americana.

Confrontación en Madrid

Consecuencias posibles del giro de París: Francia podría no asistir a los Juegos Olímpicos y «prevalece el sentimiento de que la Conferencia de Madrid se convertirá en una confrontación a la que sería preferible no asistir», según se comenta en medios allegados al Ministerio galo de Exteriores.

A pesar de lo expuesto, ayer celebró una reunión en París la Junta de portavoces del Consejo de Europa en la que fundamentalmente se decidió la celebración de una reunión de la Asamblea del Consejo de Europa en Madrid, del día 1 al 4 de julio próximos. Cien parlamentarios del Consejo y otras trescientas personalidades asistirán a este cónclave en el que el tema de estudio dominante será la celebración de la Conferencia de Seguridad en la capital española.

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