El partido de Pujol radicaliza su nacionalismo al acercarse las elecciones catalanas

Las polémicas declaraciones del presidente de Convergencia i Unió, Ramón Trías Fargas, sobre el objetivo de un «Estado catalán» dominaron ayer la campaña electoral para el Parlamento de Cataluña. Aunque el político catalanista matizó después a EL PAIS que al hablar así no olvida el marco constitucional, el presidente Suárez, que continúa su gira por Cataluña, atacó duramente sobre el tema, calificando la declaración de Trías Fargas como muy grave.«Creo que yo y muchos no estamos dispuestos a tolerar una afirmación así», añadió Suárez durante un mitin celebrado en Gerona -provincia donde tiene más fuerza Convergencia-, en una jornada que comenzó el presidente del Gobierno entrevistándose durante una hora con Josep Tarradellas.

Por su parte, Felipe González manifestó ayer a EL PAIS, durante su campaña en Cataluña, que el país no aguantará hasta las elecciones generales de 1983 con la actual política del Gobierno. El líder del PSOE insistió en sus mítines en que los socialistas deben ganar en Cataluña, no sólo por lo que afecta a esta región, sino también para avalar moralmente un intento de cambio en la forma de gobernar España. Santiago Carrillo, en un mitin celebrado en Barcelona, aseguró que los comunistas no caerán en la trampa que les quiere tender la derecha para que se enfrenten con los socialistas.

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