Llamamiento a la distensión internacional del foro científico de Hamburgo
Con un decidido apoyo a la próxima fase de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa, a celebrar en Madrid el próximo otoño, ha concluido en Hamburgo el foro europeo de científicos reunidos en la ciudad hanseática para ampliar los acuerdos de Helsinki sobre esta materia. Las sesiones han tenido carácter de clausura.
Durante las dos semanas que ha durado este foro, los representantes de los 35 países participantes, entre ellos Estados Unidos y Canadá, han polemizado de un modo particular sobre el concepto de libertad, según los respectivos puntos de vista del este y del oeste de Europa.Las diferencias de criterio que se manifestaron han sido tales que se temió hasta el último momento que no iba a ser posible ofrecer al final de estos quince días un documento conjunto. Según éste, dado a conocer ayer, todos los Estados participantes se obligan a «crear nuevas posibilidades de investigación científica y a facilitar los oportunos contactos y los viajes que sean precisos a los objetivos profesionales».
Tales intercambios tendrán carácter bilateral o multilateral, con participación de todos los países europeos. La libre circulación de científicos ha sido un problema tan controvertido que se especuló hasta el final del congreso con la posibilidad de tener que prolongar éste en tanto no se lograse un criterio común con vistas a la Conferencia de Madrid. En el documento final se incluye un llamamiento a todos los países europeos para que «apliquen puntualmente y con la mayor urgencia» las resoluciones de la Conferencia de Helsinki, «atendiendo especialmente a aquellas condiciones necesarias para la cooperación internacional». En este sentido se ha hecho un llamamiento en favor del respeto de los derechos humanos.
Los países del este europeo han juzgado este foro como absolutamente positivo. El representante soviético, profesor Louis Blokhin, comentó que «Hamburgo ha sido una etapa muy importante hacia Madrid». Al tiempo, advirtió contra el peligro que conllevaría el que los científicos «se sintiesen controladores de toda la vida social», dando a entender que es partidario de un pleno «apoliticismo» del científico. Otros representantes de países orientales europeos, como el jefe de la delegación de la RDA, insistieron en condenar el boicot económico y olímpico propugnado por Estados Unidos contra la Unión Soviética.
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