Asesoría laboral
He leído en EL PAIS de 10 de febrero la carta firmada por Rosario Tomé García, así como la réplica de Francisco Tro-Barber, publicada el día 21 del mismo mes.Puesto que soy un asesor laboral afectado directamente por las medidas a las que alude R. Tomé, deseo a mi vez formular algunas observaciones sobre ambos escritos.
Al parecer, el señor Tro-Barber interpreta la carta de R. Tomé en un sentido despreciativo hacia otros organismos de asistencia a los emigrantes que no sean las oficinas laborales. Esto no es así. Los asesores laborales reconocemos la intensa y meritoria labor de nuestros asistentes sociales en Alemania.
La carta de R. Tomé se refiere exclusivamente al asesoramiento y defensa jurídica, labor específica de las oficinas laborales. Naturalmente que muchos españoles cobrarían el subsidio de desempleo también si no existiesen oficinas laborales. Pero conviene que se sepa que al iniciarse la primera recesión económica el Instituto Federal de Trabajo dio instrucciones a sus delegaciones de que, siempre que fuese posible, se denegase el permiso de trabajo a los trabajadores extranjeros, y a continuación, basándose en no cumplir el requisito legal de disponibilidad, precisamente por carecer de tal permiso,
(Pasa a página 10)
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se denegase también la prestación solicitada.
Todo ello ignorando el convenio hispano-alemán sobre seguro de desempleo. Fue una oficina laboral la que primero llevó este asunto a los tribunales, consiguiendo el inicio de una jurisprudencia más favorable a los emigrantes que las circulares internas de la Administración.
(Asesor laboral)
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