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En menos de cuarenta minutos aprobó el Congreso el Estatuto de los Trabajadores

En menos de cuarenta minutos, y sin una sola modificación sobre el texto enviado por el Senado, ayer quedó definitivamente aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados el Estatuto de los Trabajadores. La nueva ley, primera del desarrollo constitucional en materia laboral, se empezó a discutir en la Comisión de Trabajo del Congreso el 29 de octubre último, y a lo largo de cuatro meses ha enfrentado dentro y fuera del Parlamento a socialistas y comunistas.Las modificaciones más importantes introducidas por el Senado, que ayer fueron ratificadas sin apenas debate, se refieren a los artículos 15, 52 y disposición transitoria tercera. En el artículo 15 se suprimió la posibilidad de prorrogar por doce meses contratos de trabajo «de duración determinada» por acumulación de tareas o exceso de pedidos, y por discrecionalidad del Gobierno ante supuestos extraordinarios. En este mismo artículo, y como párrafo último, se introduce que «los contratos temporales se prorrogarán, por el tiempo que se determine mediante decreto, previa consulta al consejo general del Instituto Nacional de Empleo y atendiendo a la situación del mercado de trabajo y a la evolución del nivel de empleo». El Grupo Comunista votó en contra.

La modificación más importante, sin duda, fue la relativa al artículo 52 («Extinción del contrato por causas objetivas»). La amortización de un puesto de trabajo individualizado, causa de extinción del contrato, se reduce -gracias a la modificación- a las empresas de menos de cincuenta trabajadores. La modificación de la transitoria tercera circunscribe los contratos de tiempo parcial a los desempleados y a los menores de veinticinco años.

El diputado socialista Vida Soria, al plantearse la votación del artículo 37 («Descanso semanal, fiestas y permisos»), protagonizó un pequeño debate con el centrista Torres en cuanto a la interpretación del descanso semanal (tarde del sábado y domingo, o domingo y mañana del lunes), en aquellos casos en que el Gobierno traslade fiestas nacionales a lunes. Pese a que consiguió su objetivo, la aclaración en el diario de sesiones de que el descanso de día y medio semanal es regla general y puede verse afectado por el traslado de una fiesta a un lunes, el diputado socialista -que quería que tal precisión constara en el Estatuto- anunció el voto en contra de su grupo a este artículo.

Al final del debate del Estatuto de los Trabajadores, que se resolvió en quince votaciones, únicamente Marcelino Camacho, por el Grupo Comunista, hizo uso de la palabra para explicar su voto. Dijo que no iba a hablar de la postura de su grupo con respecto al Estatuto de los Trabajadores, «porque es de sobra conocida», y que únicamente se iba a referir al voto negativo de su partido a los artículos 15 y 16. Justificó éste en que, a su entender, ambos artículos dejan la puerta abierta a oficinas privadas de colocación -pese a su prohibición expresa y consagran por primera vez en un texto legal la existencia de agencias de selección de personal.

El Grupo Vasco, que se había manifestado disconforme con el Estatuto por entender que impedía un marco de relaciones laborales autónomo para Euskadi, continuaba ayer, cuando se debatió esta ley, ausente del Parlamento.

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