El presidente Banisadr llama al orden a las fuerzas armadas iraníes
El presidente iraní, Abdul Hassan Banisadr, reiteró ayer sus anteriores llamamientos a las Fuerzas Armadas para que mantengan el orden y a actuar de acuerdo con sus deberes constitucionales.
El discurso presidencial fue pronunciado ante una muchedumbre de cientos de miles de iraníes, que habían llegado hasta los alrededores de la embajada norteamericana para presenciar el desfile conmemorativo del final de la semana de movilización general,
En un ambiente de júbilo que parecía celebrar la supuesta reconciliación entre Banisadr y los estudiantes que ocupan la embajada, la policía iraní y los Guardias de la Revolución pudieron (a diferencia de lo que ocurriera en el desfile del primer aniversario de la República) guardar un relativo orden entre la multitud de espectadores y los participantes en el desfile.
Un iraní con una máscara imitando la cara de Carter y tapándose los oídos ante los gritos de «muera Carter» fue el entretenimiento y diversión principal de los prolegómenos del desfile.
Después de las oraciones de rigor, Banisadr inició su discurso señalando la importancia de «todas las fuerzas armadas» que cuidaban del orden. Ha continuado señalando, una vez más, que «todas estas fuerzas tienen que obedecer la Constitución, pues no podemos permanecer silenciosos si. ocurre algún hecho estúpido y eso tiene que ser castigado», dijo el presidente.
Este claro llamamiento al respeto constitucional fue pronunciado por Banisadr el mismo día (ayer) en que se dio a conocer la detención del almirante Alavi, supuestamente implicado en un golpe de Estado que, según los informes oficiales, habría sido preparado por oficiales de la marina iraní.
La puesta en prisión del almirante Alavi ha sido seguida por rumores de dimisión del jefe de Ejército de Tierra, general Chamran, desmentidos oficialmente.
Banisadr, por su parte, continuó su discurso señalando que «si todas las fuerzas armadas cumplen con sus tareas, serán reconocidas, y consideradas por el pueblo», en una clara alusión a las críticas que el propio presidente hizo sobre la actuación de algunas policías locales de provincia y de algunos destacamentos de guardias de la revolución.
Sin embargo, el presidente iraní recordó que la gran manifestación paramilitar -formada por civiles- que habría de seguir a su discurso era también «un homenaje» a esas fuerzas armadas.
La última parte del discurso presidencial estuvo dedicada al pueblo iraní, al que exhortó a que, «ante cualquier crueldad que ocurra en el mundo», este pueblo «no callará su boca». «Tendremos un nuevo mundo musulmán y un nuevo Irán», dijo finalmente el presidente.
Inmediatamente después, se inició el desfile paramilitar, compuesto por grupos civiles adiestrados en el manejo de las armas por los cuarteles de movilización general.
Los grupos de hombres y mujeres, que han desfilado separadamente, han empleado más energías en aclamar al presidente iraní que en atacar a Estados Unidos y al presidente Carter.
Algunas consignas eran coreadas en su primera parte por los manifestantes y en su segunda por los estudiantes islámicos que, en formación militar dentro de la embajada, asistían atentos a un desfile que ha sido interpretado como un homenaje de la población a los ocupantes de la embajada.
Por su parte, la comisión internacional que estudiará los presuntos crímenes del sha inició ayer sus trabajos en Teherán con una entrevista con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Sadeh Gotbzadeh.
Previamente, en la sede de las Naciones Unidas en Teherán, los cinco integrantes de la comisión estudiaron el informe presentado por las autoridades iraníes sobre los delitos del sha.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Conflictos diplomáticos
- Abolhassan Banisadr
- Crisis de los rehenes
- Rehenes
- Contactos oficiales
- Guerra Irán-Irak
- Política exterior
- Irán
- Estados Unidos
- Secuestros
- Guerra
- ONU
- Relaciones internacionales
- Organizaciones internacionales
- Asia
- Delitos
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Sucesos
- Defensa
- Política
- Justicia
- Oriente próximo