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EEUU prevé graves tensiones entre Moscú y Europa oriental

La invasión de Afganistán tendrá en los próximos meses un efecto boomerang, que se volverá contra Moscú y suscitará graves tensiones entre el Kremlin y sus satélites del Pacto de Varsovia, aseguran varios economistas norteamericanos.Los países de la Europa central, según este análisis, muy extendido en Estados Unidos, serán los primeros perjudicados del enfriamiento de relaciones entre las dos grandes superpotencias.

Su dependencia del crédito exterior occidental y la propia crisis económica en la que está a punto de caer la Unión Soviética son las dos grandes razones que llevan aquí a esa conclusión.

Los gravísimos problemas financieros que aquejarán en los meses venideros a los miembros del Pacto de Varsovia están siendo observados con extraordinario interés por los servicios secretos norteamericanos, que vislumbran tensiones entre Moscú y las demás capitales del otro lado del telón de acero.

El nivel de crecimiento cero, la inflación galopante, la escasez de alimentos y las subidas de los precios del petróleo, de acuerdo con un análisis aparecido en la revista especializada Business Week, harán inevitable que la Europa oriental dependa para su supervivencia en gran medida de los préstamos de Occidente, a quien ya debe miles de millones de dólares.

La Unión Soviética, dicen economistas y expertos en inteligencia norteamericanos, se verá impotente para atender a las demandas económicas de sus satélites, porque tendrá bastante con resolver sus propios problemas.

La invasión de Afganistán y el consiguiente enfriamiento de relaciones Washington-Moscú complicará la concesión de crédito occidental al telón de acero. Y Polonia, Hungría, Checoslovaquia y el resto de países pondrán todo ello en la cuenta negativa de la Unión Soviética.

Al mismo tiempo, cabe dentro de lo posible que Moscú tenga que reducir sus exportaciones de petróleo a sus satélites de la Europa oriental, cuando, como predice la CIA, su nivel de producción de crudo disminuya y ni siquiera sirva para atender sus necesidades internas.

En ese momento, dicen, el enorme gasto de mantener 100.000 hombres quizá incluso más en el futuro, en Asia Central, será profundamente impopular, igual que la inversión de dinero en maniobras militares dentro del propio telón de acero.

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