Asesinado un taxista en la ciudad guipuzcoana de Oyarzun
El taxista de la localidad guipuzcoana de Oyarzun Ignacio Arocena Arbelai, fue hallado muerto con un tiro en la cabeza a primeras horas de la mañana de ayer, después de haber desaparecido de su domicilio a las siete de la tarde del viernes. Fueron los propios familiares los que, alarmados al comprobar que la víctima no había pasado la noche en casa, iniciaron un rastreo y encontraron a Ignacio Arocena muerto en el interior de su vehículo, abandonado en un paraje deshabitado conocido con el nombre de El Castillo Inglés.
En principio, los datos con los que se cuenta indican que Ignacio Arocena sustentaba posiciones ideológicas próximas a Alianza Popular, agrupación política que se adelantó a condenar tajantemente esta nueva acción de violencia.Fue a las siete de la tarde del viernes cuando un joven se presentó en el domicilio de Ignacio Arocena y le solicitó sus servicios de taxista. A partir de este momento se desconoce el desarrollo de los hechos, aunque parece probable que el supuesto cliente amenazó a su víctima y le obligó a trasladarse a un lugar apartado de la población. A una hora no determinada, el taxista fue tiroteado a bocajarro y su cuerpo sin vida quedó reclinado en el asiento delantero de su propio vehículo.
Más tarde la policía encontró en el lugar del suceso dos casquillos de bala calibre nueve milímetros Parabellum, marca SF, y comprobó que el parabrisas del automóvil -un Seat matrícula SS-2328-A- presentaba un impacto de bala.
Según las primeras impresiones -avaladas por el estado en que se encontraba el cadáver-, el taxista tuvo que ser tiroteado a últimas horas de la noche del viernes, por lo que parece justificada la versión que señala que el presunto agresor pudo ser el joven que se presentó en su domicilio para solicitarle un servicio de taxi.
En el paraje conocido por El Castillo Inglés, apartado de la población de Oyarzun, han aparecido en más de una ocasión taxistas muertos en parecidas circunstancias. Ignacio Arocena, además de ejercer la profesión de taxista, era propietario del bar Txoki-Alai, estaba casado y tenía tres hijos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.