_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El lago de los cines

Para qué buscar la noticia más lejos, o en el reporterismo interior que uno hace todos los días alrededor de sí mismo. Para qué, si la noticia la ha dado este periódico con bella foto de Efe: el cisne del lago pequeño del Retiro, el del Palacio de Cristales, es un cisne macho y ha estado siempre solo Ya tiene ligue.Alfonso Lera, un madrileño quizá el último, con la cabeza todavía felizmente a pájaros y a cisnes, le ha pedido a Tierno compañía para el cisne del Retiro, Tierno se ha apresurado a mirarle el corazón modernista a cisne, ha visto que es macho y le ha buscado una hembra. Los patos son animales que emparejan muy fielmente para siempre. Los hombres, afortunadamente, no somos tan patosos en eso como los patos. Pero yo no sé si ha hecho bien Tierno (en esto de la familia la izquierda es casi tan ortodoxa y adusta como la derecha) buscándole señora al cisne. Un cisne macho eternamente solo puede hasta ser el alma en pena o el símbolo simbolista de Baudelaire, si es negro. Si el cisne es blanco y municipal, como el del Retiro, dejémoslo en el alma de Juan Ramón. O de Paco Fernández-Ordóñez, que ha tenido que dejar la poesía para dedicarse a la Hacienda, investigando lo que no le importa (pero importa al país) en los bolsillos y cajones de TVE.

Una vez iban Valle-Inclán y Rubén Dario por el Retiro:

-¿Y cómo se llaman esas admirables flores, amigo Valle?

-Nenúfares. Son los famosos nenúfares, amigo Rubén, de que usted tanto habla en sus versos, sin haberlos visto nunca.

Quizá Rubén era un gran poeta de los nenúfares porque nunca había visto nenúfares. Se canta lo que se ignora. No sé si Rubén había visto cisnes. El cisne era uno de sus autotópicos. En nuestra posguerra, la derecha decía que el albañil era a Blas de Otero lo que el cisne a Rubén. Si Rubén no había visto nenúfares, ¿puede decirse que Otero no había visto albañiles?

Me parece un sofisma de la derecha y, como tal, un mal sofisma. Pemán lo dijo una vez;

-La poesía es lo único que se salva de la política.

Pero Sabina de la Cruz, la mujer que diariamente llora al gran poeta Blas de Otero, me cuenta que sigue trabajando de penene -muchas horas de enseñanza al día-, y que, de la obra de Blas, le interesa, sobre todo, protegerla y difundirla, antes que los manipulables y siempre escasos beneficios que da un poeta. Álvaro Pombo, el gran prosista de El parecido, se me queja de lo poco o nada que dan los,versos (y las prosas). Ayer, Ymelda Navajo nos invitó a almorzar en Lhardy para presentar Las manzanas de oro, última novela de Baltasar Porcel. La literatura, cuando menos, da algún almuerzo.

Andrés Trapiello, que me envía su último y bello libro de versos, yo creo que almuerza en casa. Tenía razón Pemán: la poesía es lo único que se salva (si quiere) de la política. La política siempre quiere procrear. Tierno ha complacido a un madrileño paseante del Retiro, pero el poeta que lleva dentro el alcalde tiene que saber, sin duda, que un cisne solo puede serlo todo: el alma errante de Baudelaire, una antología insumergible del Simbolismo, el espectro de la rosa, que se ha buscado ese empleo, una bailarina del Bolshoi que ha cruzado el telón de acero en figura de cisne.

El cisne es el gato de los lagos. (El gato es el cisne de las porterías y de los escritores que hemos pasado de Rubén a Bias de Otero.) Un marginal, un solitario, un dandy con la interrogación existencial dibujada en la curva del cuello. Un cisne que no fuera un cisne, a falta de hembra, ya se habría emparejado con una oca gorda del estanque. El cisne del Retiro ha soportado musicalmente su soledad. Pero el destino municipal de los cisnes y los funcionarios es casarse con una oca gorda que les dé muchos patitos feos para que consuman mucha nocilla televisiva, pues a ver qué iba a hacer el Estado, si no, con tanta nocilla política y una televisión tan mala. Ese cisne, Tierno, vivía esperando a Leda.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_