Suslov pide unidad en el campo socialista

Después del discurso «realista» de Edward Gierek en el VIII Congreso del POUP (Partido Comunista) polaco, el pasado lunes, lo más destacado de las sesiones ha sido la petición soviética a los aliados del Pacto de Varsovia de estrechar filas ante la nueva situación internacional.Mijail Suslov, jefe de la delegación soviética en Varsovia y líder de la facción de ideólogos de la URSS, se refirió en su discurso «a los intentos de países occidentales por minar la solidaridad de los países socialistas» ante lo cual propuso que los aliados euroorientales deberían «estrechar más sus líneas».

Suslov, calificado por muchos periodistas y diplomáticos como un personaje significativo de la política dura del Kremlin, aprovechó la ocasión para lanzar una propaganda grandilocuente sobre el inminente fin del capitalismo y el triunfo mundial de la revolución.

«El mundo capitalista», afirmó, «está siendo sacudido por una inmensa crisis y los años ochenta tienen para él lúgubres predicciones. Esta crisis no ataca a la civilización, sino al orden social fundamentado en la propiedad privada de los medios de producción y la explotación, del pueblo trabajador.»

Refiriéndose a la política internacional, Suslov aseguró que Occidente vive en la actualidad un resurgimiento de «los círculos anticomunistas que justifican los miles de millones que destinan a la carrera armamentista por una mítica amenaza representada por los países del Pacto de Varsovia».

«En estas circunstancias», rubricó el ideólogo de Moscú, «la política internacional leninista de los Estados de la comunidad socialista adquiere una importancia singular. Las tentativas (de Occidente) de romper esta unidad son contrarrestadas por la inflexible voluntad de los partidos hermanos de reforzar su unidad en la lucha por objetivos comunes.»

Los términos del discurso de Suslov contrastan con los expuestos por Gierek, quien se refirió a la necesidad de proseguir por el camino de la distensión potenciando la Conferencia de Seguridad Europea de Madrid. Esta diferencia de criterios fue evidente en la conversación de un alto funcionario polaco con periodistas occidentales, quien aseguró que Polonia deseaba permanecer al margen del conflicto soviético-norteamericano.