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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Puntualizaciones de Juan Guerrero Zamora

Respecto al informe que, según la auditoría realizada por Hacienda en RTVE, ha divulgado recientemente su periódico, le ruego publique las siguientes puntualizaciones, que limitaré estrictamente, como es lógico, a lo que en el mismo me concierne de forma directa.Ante todo, y como del contexto pudiera alguien deducir lo contrario, debo aclarar que la serie Un mito llamado... pertenece en propiedad, según contrato, a RTVE, sin que Filmes 77, SA, la productora que presido, se haya reservado parte alguna en la comercialización de aquélla en el mundo y a perpetuidad, cosa que no sucede con otras firmas independientes. Por otra parte, ni soy ni he sido nunca, pese a mi habitual y nada irrelevante relación con el medio durante veintitrés años, empleado fijo de TVE.

Aclarado esto, paso a las afirmacíones explícitas que me atañen. A comienzos de 1975, don Miguel Angel Toledano, entonces director de la Primera Cadena, me propuso la ideación de una serie que pudiera protagonizar la actriz Nuría Torray y que sería producida por TVE. Tras varias propuestas. se convino en Un mito llamado..., el contrato de cuyos guiones se firmó a 26 de junio de aquel año, estipulándose que yo percibiría por cada uno de ellos 60.000 pesetas, cantidad que, tratándose de originales y no adapiaciones, era similar si no inferior a la que entonces cobraba cualquier guionista (aun los de mínima solvencia profesional). Invertí un año de trabajo en su redacción, se me fueron abonando las cantidades convenidas y la propiedad de los guiones pasó a poder de TVE, que se comprometía a producirlos bajo mi realización.

A mediados de 1976, TVE optó por el sistema de encargo a productoras privadas y, a su invitación en tal sentido, gestioné la producción de mi serie con Cinetécnica, SA, con la que ninguna relación me unía. Dicha firma suscribió contrato con TVE para la realización de seis de los guiones, reservándose sus derechos sobre los restantes. Entre junio y diciembre de 1976, Cinetécnica, SA, produjo tres guiones y, aduciendo pérdidas, propuso a TVE la rescisión del contrato.

TVE se vio en la necesidad de aceptar la propuesta y, al objeto de evitar presuntas disparidades de criterio en el futuro entre la realización y la producción, me invitó a que yo asumiera también este último aspecto. Era condición imprescindible la fundación de una sociedad anónima, dado que TVE no aceptaba tales compromisos con personas. De ahí nació, y no de ningún cálculo subrepticio, Filmes 77, SA. que fundé en enero de 1977 con las aportaciones de tres accionistas y la mía propia. El nuevo y detallado presupuesto (en mi caso lo hubo y está disponible) fue aprobado enjunta económica presidida por el director general Rafael Ansón. Bajo carta acreditativa de este acuerdo, firmada por José Luis Colina el 7 de febrero. Filmes 77, SA, reanudó el rodaje. El contrato definitivo se suscribió a 28 de marzo de aquel año.

Filmes 77 produjo el resto de la serie con el rigor profesional que se desprende del tiempo invertido: desde enero de 1977 a junio de 1978, con posterior proceso de montaje y sonorización hasta enero de 1979. Y debo hacer constar que financió la producción por sí misma, no percibiendo de TVE las cantidades acordadas hasta el visionado y aprobación de los capítulos conforme quedaban terminados bien en copión, bien en copia definitiva.

De todo lo dicho se desprende:

1. No hubo duplicidad en el cobro de los aulones. Estos fueron pagados una sola vez y cuando incumbía el hacerlo a TVE, ya que era ésta entonces la presunta productora. Ni en los presupuestos de Cinetécnica ni en los de Filmes 77 se evaluó la partida correspondiente; por el contrario, TVE se comprometía a proporcionarlos libres de derechos. Parece poco serio ignorar las fechas -entre la del contrato sobre los guiones y la de producción con Filmes 77 dista un año y diez meses-, revolver los datos en un cajón de sastre e inferir, o dejar inferir, de esta mezcla conclusiones insidiosas.

2. Sólo en última instancia acepté, mediante fundación de una sociedad, asumir la producción restante de la serie. Suponer que con ella ha terminado la actividad social de Filmes 77, cuyos estatutos la potencian tanto para televisión como para cine, es ejercer de profeta cuando menos temerario. Insinuar que Filmes 77 nació única y exclusivamente para producir Un mito llamado... peca de lo mismo (por lo menos).

3. Afirmar que yo impuse a Nuria Torray corno protagonista no sólo es, como se ha visto, una falsedad diametralmente opuesta a la realidad de los hechos. sino (por sus sobrentendidos) una insidia que, primero, incurre en el desprecio de una muy relevante actriz de largo y brillante historial, y, segundo, trasluce connotaciones de una ya vieja y ojalá derrocada mentalídad española basada en el prejuicío. De no ser así, ¿por qué no se ha supuesto que alguien impuso a los restantes actores que, con una trayectoria profesional incomparablemente más breve -por mera elegancia no hablo de calidades- han protagonizado una o varias series?

Resulta significativo que, entre todas las productoras que por aquel entonces colaboraron con TVE, sólo Filmes 77 se haya visto tan minuciosa e insidiosamente citada. Pero atribuyámoslo a la casualidad y terminemos. Sólo me resta por hacer una justa remisión de responsabilidades. Puesto que EL PAÍS me asegura que el contenido de sus artículos se ajusta escrupulosamente al informe de los inspectores de Hacienda y puesto que ninguna razón me asiste para dudar de la buena fe de éstos, he de inferir necesariamente que (siempre en lo que me concierne) o sacaron conclusiones precipitadas o fueron voluntaria o involuntaríamente inducidos a error. Si hubo tal voluntad, a quien la tuviera deseo advertirle que carezco de temple para cordero propiciatorio. Y, en suma, puesto que no puedo personi icarla, remito la responsabilidad de la insidia y falsedad antes probadas, como suele decirse, a quien corresponda.

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