Las «responsabilidades particulares» de los nueve
« ... ) Es cierto que la 35 cumbre franco-alemana señala una cierta vitalidad de Europa o, al menos, de su «núcleo duro» franco-alemánl. La ampliación de una cooperación que moviliza a la casi totalidad de los ministros. la publicacl óndeuna declaración singular sobre un tema candente. lo atestiguan en menor medida que la decisión de fabricar conjuntamente 4.000 «blindados del siglo XXI». ( ... )Franceses y alemanes aseguran a Estados Unidos su «fidelidad» a la Alianza Atlántica, mientras se esfuerzan en dejarla sin objeto, a la URSS le muestran los riesgos de su aventura. intentando persuadirla de que su «seguridad en la región» estaría mejor garantizada por medios pacíficos.
Si estos puntos de vista no prevalecen -lo que depende, en este momento, más del Kremlin que de la Casa Blanca-, lás «responsabilidades particulares» que Giscard d'Estaing y Schmidt reivindican para Europa no tendrían excesivo peso. al menos. durante el tiempo que tarden en definir con más precisión la política que ellos implican. Sin embargo, en la declaración franco-alemana se ofrece una indicación cuando pone en guardia contra la extensión de la confrontación Este-Oeste al Tercer Mundo.
Una política que movilizará ciegamente al Tercer Mundo en nombre del anticomunismo, como en otro tiempo Vietnam del Sur contra el Norte, tendría el riesgo de ofrecer el mismo resultado. Es por medio del desarrollo de la cooperación como el Tercer Mundo puede escapar, en un no alineamiento auténtico, como subraya Giscard d'Estaing, a la suerte que le amenaza, la de ser una apuesta y un campo de batalla.
, 7 de febrero
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