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Más dificultades para los votantes del referéndum andaluz

La fijación de los fondos para la campaña institucional de la Junta en 125 millones de pesetas, y la amenaza de que en la papeleta del referéndum andaluz el ciudadano tenga que escribir el sentido de su voto, frente a la práctica habitual en los referendos anteriores, han sido los resultados más visibles de la entrevista mantenida durante la mañana de ayer entre el vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos, Fernando Abril, y el consejero del Interior de la Junta de Andalucía, Antonio Ojeda. Rafael Escuredo, por su parte, presentó anoche a los medios informativos el contenido de la campaña institucional para la consulta del día 28.

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Según explicó a los informadores el consejero del Interior de la Junta, su entrevista con Fernando Abril, a la que asistió también el director general de Política Interior, Pérez Beneyto, tuvo una duración de setenta minutos. En su transcurso, el representante del Gobierno prometió que hoy aprobará el Consejo de Ministros un decreto sobre los diversos aspectos de la campaña del referéndum andaluz, e indicó que será 125 millones de pesetas la cantidad de que dispondrá la Junta para publicidad, puesto que los gastos de infraestructura de la campaña y de la votación serían sufragados de otra forma.Ojeda -que dijo que sus gestiones en Madrid habían supuesto un auténtico viacrucis para él y una humillación colectiva para el pueblo andaluz- mostró su preocupación por la tardanza en regularse el voto por correo, por estimar que se estaban perdiendo días que podían resultar decisivos, pero su máxima protesta la expresó ante la posibilidad de que el modelo oficial de papeleta fuese distinto a los empleados en el referéndum constitucional y en el catalán y vasco, y se obligue al elector andaluz a señalar por sí mismo el sentido de su voto mediante una cruz.

Rafael Escuredo declaró, a este respecto, que «estamos en el umbral de la desesperación, y esta nueva traba sería ya sobrepasarlo». Añadió que, si se confirmase este peligro, la respuesta institucional iba a ser muy dura, y que ya ja tenía pensada, aunque se negó a adelantar su contenido. «No amenazamos, pero cada atropello, cada paso adelante en esta política de castigo que se sigue en Andalucía, tendrá una respuesta puntual», dijo. Anoche mismo, el comité ejecutivo del PSA hizo público un comunicado en el que criticaba duramente esta eventual decisión del Gobierno, especialmente grave, a causa del bajo nivel cultural del pueblo andaluz, al tiempo que denunciaba una vez más el conformismo del PSOE y PCA.

Durante la entrevista de Ojeda con Abril, aun se insinuó la posibilidad de que la campaña de la Junta fuese sometida a control por parte del Gobierno para asegurar su carácter institucional y no partidista. Escuredo advirtió: «Si tienen esta tentación, que no la intenten, porque no vamos a tolerar ningún tipo de censura»; y subrayó que el Gobierno estaba jugando con fuego y que el funcionario supuestamente encargado de esta tarea debió ser jubilado en junio de 1977.

Con relación a la campaña («sacaremos el dinero de debajo de las piedras»), el presidente dijo que iba a ser una campaña casi festiva, en la que no se iba a caer en crispaciones ni a perder nunca el sentido del humor, no dirigida contra ningún partido y encaminada a explicar a los ciudadanos que el día 28 no se vota para llevar a nadie al Gobierno, sino por la autonomía para Andalucía. Escuredo iniciará su campaña particular el próximo sábado, en su población natal, Estepa (Sevilla), aunque piensa participar en actos en las ocho capitales de provincia, además de en otras poblaciones.

Iniciativas de apoyo

Mientras tanto, continúan produciéndose iniciativas, entre entusiastas y pintorescas, de apoyo a la participación y al voto afirmativo en el referéndum. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Málaga ha propuesto convertir el partido de fútbol que España y la República Democrática Alemana deberá jugar en dicha ciudad el próximo miércoles en una gran demostración andalucista, y llamar a los vecinos a organizar caravanas desde sus barrios y llevar banderas, pancartas y pegatinas de carácter autonomista. Por su parte, dos empleados de la empresa concesionaria de autobuses de Jerez de la Frontera han abierto una cuenta en una entidad bancaria para allegar fondos con destino a la campaña.Por el contrario, el llamamiento hecho por el alcalde de Sevilla, Luis Uruñuela, para que los ciudadanos engalanasen balcones, fachadas y automóviles con banderas andaluzas durante la jornada de ayer, en protesta simbólica por la decisión del Gobierno de reducir la campaña, alcanzó muy escaso eco entre los vecinos. Sólo en el propio Ayuntamiento, en algunos vehículos oficiales y en un número indeterminado, pero corto, de viviendas particulares hizo su aparición la verde, blanca y verde.

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