El Gobierno español solicitará un crédito en la CEE

El Gobierno español solicitará a la Comunidad Económica Europea la firma de un protocolo financiero a través del cual la CEE conceda a nuestro país un crédito semejante al que ya disfrutan varios países mediterráneos. Este podría haber sido uno de los objetivos de la vista que realizó ayer a Bruselas el ministro para las Relaciones con las Comunidades, Leopoldo Calvo Sotelo.

El señor Calvo Sotelo afirmó, casi de pasada, que en una inesperada charla con el vicepresidente de la comisión, Francois-Xavier Ortoli, con quien coincidió en un cóctel ofrecido por la CEE a los embajadores comunitarios, le había planteado «la conveniencia de estudiar la firma de un protocolo financiero».Oficialmente, sin embargo. el objetivo principal de la visita del ministro español era entrevistarse con el vicepresidente Lorenzo Natali, con quien despachó durante dos horas en la mañana de ayer «para repasar el programa de trabajo de este trimestre». El señor Calvo Sotelo mantiene la impresión de que la comisión cumplirá con su compromiso y entregará los documentos más importantes -agricultura y asuntos sociales- en las fechas previstas, es decir, antes de Semana Santa. En concreto, no cree que, pese a los rumores que circulan por la CEE sobre un retraso considerable, el informe comunitario sobre la agricultura española se entregue después del 15 del presente mes.

El segundo tema que el señor Calvo Sotelo trató con el vicepresidente de la Comunidad fue el de la pesca. El ministro confirmó que los armadores españoles tendrán que hacer «un sacrificio», es decir, que se reducirá el número de licencias para la pesca en aguas comunitarias, pero explicó que la CEE realizará un sacrificio «paralelo». El próximo día 4 se volverán a reunir las dos partes para fijar definitivamente las cuotas y licencias, que serán algo más de 153 para la pesca de merluza -el punto más conflictivo- y algo menos de las doscientas de que disfrutaron los pesqueros españoles en 1979. En cuanto al hecho de que los barcos españoles hayan tenido que abandonar a las doce de la noche de ayer los caladeros europeos, el ministro indicó que el Gobierno había valorado esa circunstancia cuando decidió suspender las negociaciones el pasado día 15 de enero.

Leopoldo Calvo Sotelo planteó también en Bruselas un tema especialmente espinoso: la Comunidad pretende que España asuma, desde su adhesión, todos los compromisos actualmente existentes con los países del área mediterránea. La incorporación de España a la CEE tendrá, indudablemente, fuertes consecuencias en la zona, ya que los productos agrícolas españoles compiten directamente con los de esos otros países. Por la misma razón, la asimilación inmediata de los «activos» comunitarios con el Magreb, Turquía, Yugoslavia, Israel, Chipre y Malta plantea graves problemas a la economía española.

En cuanto al protocolo financiero mencionado, otras fuentes comunitarias consultadas por EL PAÍS señalan que sería consecuencia de la mala situación financiera por la que atraviesa la economía española. Hasta el momento, España, que tenía fuentes saneadas de divisas, ha renunciado a solicitar créditos de este tipo, que la Comunidad ha concedido, por ejemplo, a Grecia, Portugal o Turquía.