La auditoría de RTVE

Nos ha causado un gran estupor el editorial de EL PAÍS titulado El octavo pasajero de la democracia, a propósito del serial difundido por el mismo periódico sobre el informe emitido por un equipo del Ministerio de Hacienda sobre RTVE. Y nos ha causado un gran estupor porque quienes declararon las hostilidades a los responsables de la dirección de RTVE, y no se han apartado ni un centímetro del tema desde hace cuatro años, han sido las centrales sindicales.Comenzaron en 1976, en el colectivo denominado Coordinación Democrática, y continúan a través de los sindicatos. comité de empresa, secciones sindicales, etcétera. Las reivindicaciones para una RTVE democrática. pública, descentralizada, al servicio de una sociedad con derecho leoítimo a no ser manipulada, con derecho irrenunciable a que los fondos aportados por el bolsillo de esa sociedad sean administrados racionalmente y sin despilfarro, son objetivo preferente de la UGT. Que así lo ha demostrado públicamente es prueba la denuncia sistemática desde las resoluciones del 31.º Congreso Confederal y el 1 de la Federación Estatal de Información, Papel y Artes Gráficas hasta la presentación de mociones en la OIT, en un extenso rosario de escritos multigrafiados y difundidos, cartas abiertas (muchos de estos testimonios recogidos en las páginas de EL PAÍS), asambleas, concentraciones, huelgas, disoluciones por la fuerza pública y separación de cargos en afiliados «no gratos» para la dirección de RTVE.

Podemos afirmar, y estamos en disposición de probarlo, que las denuncias más duras de actitudes, hechos concretos, coacciones a los trabajadores en su gestión, efectuados por los directivos del medio, se han materialtzado por la UGT en una actitud de denuncia permanente. Podemos afirmar. y así queremos dejar constancia, que estamos de acuerdo con la línea editorial de EL PAÍS expresada en el número del domingo día 27 de enero. Y nos resulta incomprensible la desinformación de la que hace gala el editorialista encargado de redactarlo.

Y agregaremos que nuestra acción incansable no sólo se encauzó en actitudes de denuncia. sino en la promoción. convenciendo a las demás fuerzas políticas, de un estatuto jurídico de talante democrático que regulara las reglas de funcionamiento del medio.

Como final, apuntaremos el dato que, pese a no ignorar la UGT los hechos narrados y resumidos en siete entregas del informe de los técnicos de Hacienda, aunque no su redacción, la impaciencia de EL PAÍS por conocer la valoración que del extenso trabajo pudiéramos hacer les ha precipitado al extremo de ansiar la respuesta a las siete preguntas, cuando sólo habían hecho seis. Y que en lo sucesivo, si lo que pretenden de los sindicalistas es una respuesta más espectacular, que lo consignen así, pero que no caigan en prácticas desinformativas impropias de un diario como EL PAÍS y más idóneas de otros medios de comu

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nicación, como, por ejemplo, los telediarios.

(secretario de Organización de Información y artes Gráficas de UGT)