El presidente electo iraní, dispuesto a ayudar a los rebeldes afganos
El presidente electo de la República Islámica de Irán, Abolhassan Banisadr, declaró ayer que «está dispuesto a ayudar a los rebeldes afganos, incluso militarmente, contra la dominación soviética».
Banisadr es prácticamente el vencedor absoluto de las primeras elecciones presidenciales en la historia de Irán, en las que aventaja a su más inmediato rival, Hassan Habibi, por un porcentaje de más del 50% de votos.El almirante Madani y el ministro de Asuntos Exteriores, Sadeh Gotbzadeh, sólo han obtenido el 1 % de los votos emitidos.
En una entrevista que publicó ayer el diario francés de tendencia socialista Le Matin, Banisadr explicó las líneas de su futura política. Además de la ayuda a los musulmanes afganos, afirmó que una de sus primeras medidas será suprimir la censura en la radio y la televisión, «para permitir que se celebren libremente las elecciones parlamentarias» del próximo mes.
Respecto al asunto de los rehenes, Banisadr aseguró «que tenía poca importancia» y sería resuelto «en cuanto el pueblo me otorgue su confianza», refiriéndose a su eventual victoria electoral.
En la entrevista se mencionan las futuras relaciones entre Irán y EEUU y la URSS, «demasiado difíciles», según opinión del presidente iraní, «puesto que se trata de dos superpotencias expansionistas».
Acerca del suministro de petróleo, el presidente electo aseguró que los crudos son un arma para la «independencia» de Irán y no descartó su venta a dos precios diferentes, uno para los países ricos y otro para los pobres. Y ello sin eliminar el envío de crudos al mercado libre, «puesto que», dijo, «si cualquier país está dispuesto a pagar el petróleo en otra moneda que no sea el dólar, eso favorecerá la independencia de los demás».
Banisadr esbozó una serie de reformas que quiere emprender lo antes posible, como es el caso de la agricultura, «aunque a ella se opongan algunos mullahs (clérigos); pero el pueblo está a su favor».
Las estimaciones oficiales de concurrencia a las urnas son de un 98%, a pesar de que en el Kurdistán, donde los líderes nacionalistas pidieron la abstención, se registró una escasísima afluencia a las urnas y de nuevo rebrotaron choques armados.
La normalidad, casi general en todo el país durante las votaciones del pasado viernes, fue rota además en el Kurdistán por las explosiones de dos oleoductos en el norte del país, de cuyas causas no se ha dado explicación oficial.
