Nuevas conversaciones sobre el Ulster en un clima de pesimismo

Una segunda ronda de conversaciones de la conferencia constitucional convocada por el Gobierno británico en un nuevo intento de encontrar una solución al enconado problema de Irlanda del Norte se inició ayer en Belfast en un clima de abierto pesimismo sobre sus resultados.La conferencia tiene como objetivo principal el encuentro de una base de acuerdo entre las fuerzas políticas de la provincia. que permita una gradual devolución de poderes al Ulster, administrado directamente por el Gobierno de Londres y el Parlamento de Westminster desde el fracaso de los acuerdos de Sunningdale en 1974.

Sin embargo varios obstáculos, todos ellos serios, se encuentran en el camino hacia un posible acuerdo. El primero de ellos es que la conferencia nace coja, ya que uno de los cuatro partidos de Irlanda del Norte, precisamente el mayoritario de los unionistas oficiales, se ha negado hasta ahora a sentarse en la mesa de reuniones, alegando que la conferencia constituye una «traición» del Gobierno central de conseguir a largo plazo una entrega de la provincia.

El segundo obstáculo reside en que hasta este momento no ha habido forma de poner a los otros tres partidos participantes -los unionistas democráticos del reverendo Ian Paisley, los católicos del Social and Democratic Labour Party de John Hume y el de la Alianza (no confesional)- de acuerdo en torno al orden del día de la conferencia.

La primera ronda de conversaciones estuvo a punto de producir la ruptura de la conferencia, al registrarse un fuerte enfrentamiento entre Paisley y Hume.

La conferencia se salvó por la actitud del secretario de Estado de Irlanda del Norte, Humphrey Atkins, quien propuso que cada partido presentase un documento que sería incluido sin debate al acta de las reuniones.

Fuentes cercanas al Gobierno británico han informado a EL PAÍS que, si esta conferencia no produce resultados positivos, es muy probable que el Gobierno de la señora Thatcher se decida a buscar unilateralmente una fórmula política que sería sometida en referéndum a la población de la provincia. Según estas fuentes, existen sobrados indicios para creer que el referéndum sería aprobado masivamente ante el cansancio de todos los sectores de la población, aparentemente hastiada de la ineficacia de los políticos de todos los sectores.

El terrorismo ha causado más de 2.000 muertos en los últimos diez años, y pérdidas por valor de centenares de millones de libras.

Por su parte, el ala política del Ejército Republicano Irlandés, el Sinn Fein, ha adoptado un programa político calificado de radical y marxista en su conferencia anual celebrada en Dublín. Entre las conclusiones aprobadas figuran por primera vez el control de la propiedad por parte de los trabajadores y la propiedad estatal de la tierra.