Tres mil personas en el funeral del jefe de los miñones de Alava

Más de 3.000 personas acudieron a últimas horas de la tarde de ayer al funeral celebrado en la catedral de Vitoria en memoria del comandante del Cuerpo de Miñones, Jesús Velasco. concelebrado por veinticuatro sacerdotes. En la ceremonia estuvieron presentes la esposa e hijos de la víctima, el capitán general de la VI Región Militar, presidente del Consejo General Vasco (CGV), gobernador civil y militar de Alava, así como una representación de las diputaciones forales de Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya, que al término del funeral abandonaron la catedral por una puerta lateral, para evitar incidentes, ya que varios cientos de personas esperaban la salida del presidente del CGV, Carlos Garaikoetxea, en actitud amenazante.

Pasadas las cinco de la tarde, las Juntas Generales de Alava se reunieron en el Palacio de la Diputación Foral para celebrar una sesión extraordinaria, que tenía como único punto del orden del día una propuesta de enérgica condena del atentado perpetrado por ETA militar contra el comandante Jesús Velasco. Con la presencia del diputado general de Guipúzcoa, Xabier Aizarna, el capitán de la policía foral de Navarra, Jesús Lezana Odriozola, así como una representación de la Diputación Foral de Vizcaya, dio comienzo la sesión, interviniendo en primer lugar Emilio Guevara, diputado general de Alava, quien se refirió a la talla humana del jefe de los miñones, indicando que «sirvió a unas instituciones que están por encima de las personas, que la representan democráticamente. Ha sido un crimen que ha atentado contra las instituciones, porque pretenden que no den frutos los trabajos de las gentes de este país. Pero nadie va a conseguir que el caos, el terror y la pobreza se ciernan sobre nuestra tierra».

Después del discurso de Guevara y de las intervenciones de Aguiriano (PSOE), Marco Tabar (UCD) y Cuerda (PNV), que condenaron duramente el atentado, el diputado general de Alava sometió a votación una propuesta de acuerdo en la que se manifestaba la total repulsa por el atentado. Minutos antes de las seis de la tarde, los miembros de las Juntas Generales, así como los representantes de las diputaciones fórales de Alava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya y el presidente del CGV, se dirigieron a pie hasta la catedral de Vitoria, en donde se ofició el funeral en memoria de Jesús Velasco, al que asistieron todas las autoridades de la provincia, así como Manuel Fraga, Txiki Benegas y otros líderes políticos. Al término de la ceremonia se solicitó por la megafonía de la catedral, en nombre de la familia, que todos los asistentes desalojaran el templo en silencio. Sin embargo, unas cuatrocientas personas estuvieron esperando la salida de Garaikoetxea, gritando eslóganes e insultos contra el Gobierno y el PNV, así como otros en apoyo al Ejército y vivas a España.