Schmidt condenó en Madrid la intervención de la URSS en Afganistán
El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Schmidt, cerró su visita oficial a España con una conferencia de prensa, en la que se declaró consternado por la intervención militar soviética en Afganistán y en la que, después de elogiar ampliamente el proceso democrático español, se refirió a los temas más importantes de la actualidad internacional y de las relaciones bilaterales hispano-germanas.
El canciller hizo una declaración en la que se refirió a las conversaciones que mantuvo en Madrid con el rey don Juan Carlos, el presidente Suárez y el líder de la oposición, Felipe González. Helmut Schmidt, que hizo una declaración de admiración por la pintura española, insistió en que su país apoya plenamente la candidatura de España al ingreso en la CEE y pronunció grandes elogios por el desarrollo del proceso democrático español. Seguidamente se refirió a las cuestiones Internacionales, que trató en sus conversaciones con el presidente Suárez, con especial mención a la crisis de Afganistán, tema éste que se convirtió en el punto central de la conferencia.Schmidt, quien insistió en que no pensaba desvelar en Madrid la política de su Gobierno sobre esta crisis político-militar, que él mismo presentará ante el Parlamento alemán, declaró, en respuesta a una pregunta, que su país había quedado consternado por la intervención militar de la Unión Soviética en Afganistán, que, a su juicio, amenaza la estabilidad en todo el área y supone una violación de los principios de la coexistencia pacífica. El canciller destacó, en su alocución, la incidencia de dicha intervención en el Tercer Mundo y recordó que ello afectará de manera, importante tanto las relaciones Norte-Sur como las Este-Oeste.
No obstante, el canciller federal se declaró partidario de proseguir la política de distensión europea y de no romper el diálogo con Moscú. En estos momentos, señaló Schmidt, el diálogo se hace más imprescindible que nunca, porque lo peligroso sería favorecer un monólogo en esta crisis.
OTAN y CEE
Asimismo, y en relación con las medidas de represión que Estados Unidos adoptará contra la URSS, Schmidt declaró que no veía la manera de que su país se sumara a las mismas, porque Alemania Federal no es nación exportadora de cereales ni tiene concedidos créditos a la Unión Soviética. También añadió que no considera factible la reducción del personal de sus respectivas embajadas, porque ambas tienen un número equilibrado de funcionarios. En relación con los motivos de la intervención soviética en Afganistán, el canciller declaró que considera que son varias las posibles motivaciones de la URSS, y entre ellas, la búsqueda del control del golfo Pérsico y del abastecimiento del petróleo.
Conferencia Europea de Seguridad
En relación con otras cuestiones relativas a la seguridad y la distensión, Schmidt afirmó que su país considera importante que prosigan los preparativos de la Conferencia Europea para la Seguridad y la Cooperación. En respuesta a una cuestión, añadió que no considera oportuno que en el curso de los debates de la Conferencia se aborde el tema de la eventual ampliación de los bloques militares.
En el plano de las relaciones bilaterales, el canciller reiteró sus tesis sobre el tema de la libre circulación de trabajadores españoles en la CEE y sobre la eventual candidatura de España al ingreso en la OTAN. Sobre la primera cuestión, el político alemán dijo que su país tenía problemas para facilitar viviendas, medios culturales y de formación profesional para los miles de emigrantes griegos, italianos, turcos, yugoslavos y españoles que residen en la RFA, y que por ello, España sufriría un período de transición de siete años, similar al impuesto a Grecia, en las negociaciones.
Por último, y en lo que a la cuestión España-OTAN se refiere, hay que decir que Schmidt reiteró sus declaraciones de «no injerencia» en un debate que considera propiamente español, y afirmó que en sus conversaciones con el presidente Suárez y con Felipe González él no había comentado dicho tema.
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