Peligro de levantamiento militar en Turquía

El presidente de Turquía, Fahri Koruturk, convocó ayer al primer ministro, Suliman Demirel, y al líder de la oposición, Bulen Ecevit, tras haber recibido el martes una advertencia de los altos mandos del Ejército, en la que se sugiere una intervención militar si el Gobierno no pone fin al terrorismo y al «separatismo». El jefe del Estado Mayor, general Kenan Evren, entregó el martes, personalmente, al presidente Koruturk una carta de los jefes de las Fuerzas Armadas, en la que se pide la unidad y solidaridad de todas las «instituciones constitucionales» para preservar a Turquía del peligro que la amenaza.

«Si nuestras advertencias no son escuchadas, sólo nos quedará un camino a seguir», ha declarado al diario Hurriyet, el de mayor tirada del país, una fuente castrense no identificada. La advertencia militar fue leída ayer en uno de los servicios informativos de la emisora nacional.Según el periódico de Ankara, el mensaje entregado por los militares al presidente no contiene amenazas directas de golpe de Estado, al contrario de lo que sucedió en marzo de 1972, cuando el Ejército puso fin al Gobierno de Demirel.

Tras su entrevista de ayer con Koruturk, Suliman Demirel, que preside un Gobierno derechista desde hace un mes, consideró la situación como «seria». Bulen Ecevit -líder del partido centro izquierdista Republicano del Pueblo- estimó que la advertencia de los militares supone una escalada en la crisis.

El alto mando del Ejército turco considera que se está gestando en el país una rebelión alentada por anarquistas y separatistas. Los anarquistas son, en el vocabulario castrense, los extremistas de izquierda y derecha causantes de la crónica violencia política que sacude a Turquía. El término separatistas se aplica a los autonomistas kurdos del este del país. La población kurda en Turquía asciende a unos ocho millones de personas.

«El desarrollo de los acontecimientos en nuestra región puede desembocar en un conflicto en cualquier momento», han señalado fuentes militares con ocasión de la presentación a Koruturk de lo que para muchos observadores es un ultimátum castrense. Según es tas versiones, las Fuerzas Armadas tienen La intención de ocuparse de los problemas políticos, económicos y sociales de Turquía.

El comunicado dirigido al presidente afirma que «frente a la anarquía, la situación económica y a los movimientos destinados a dividir el país, el Ejército, que constituye la única garantía y que es una institución constitucional, no puede permanecer en silencio. Todas las demás instituciones constitucionales deben reflexionar y tomar rápidamente las medidas necesarias. Las querellas estériles y las disputas entre los partidos no pueden sino agravar la dimensión del problema», concluye.

La situación económica turca ha empeorado en los últimos años. El crecimiento salvaje iniciado en los años cincuenta se encuentra en profunda crisis. El país se enfrenta hoy a una crisis energética especialmente aguda. La deuda exterior es una de las más elevadas del mundo por cabeza, y las exportaciones sólo cubren el precio de las importaciones petrolíferas.