La policía danesa confirma que la muerte de Dutschke fue fortuita
La policía danesa descarta que la muerte del antiguo dirigente estudiantil alemán Rudi Dutschke deba atribuirse a un crimen o a un suicidio y se declara convencida de que el fallecimiento se produjo como consecuencia de una caída fortuita en el cuarto de baño del domicilio de unos amigos de Dutschke, en la ciudad danesa de Aarhus.El que se le haya practicado la autopsia al cadáver se debe a un trámite usual en los casos en que la muerte se produce en circunstancias anormales. Según el comisario de Policía de Aarhus Jörgen Iversen, Dutschke pudo sufrir un desvanecimiento.
Por su parte, las juventudes del Partido Socialdemócrata alemán (Jusos) difundieron ayer tarde en Bonn una declaración en la que resaltaban la figura de Dutschke
Desde el atentado que sufrió Dutschke el 11 de abril de 1968 padecía frecuentes mareos, con pérdida del conocimiento. Aquel día, «el día de las tres balas», como cantara más tarde el poeta Wolf Biermann, el líder de la corriente APO (oposición extraparlamentaria) resultó alcanzado por los disparos del pintor de brocha gorda Josef Bachmann, vinculado, al parecer, a un grupo de extrema derecha y, según suponen otros, relacionado con el grupo editorial Springer.
Dutschke fue herido cuando se disponía a tomar su ciclomotor en la puerta de la central de la Liga Socialista Alemana de Estudiantes (SDS), en la calle central de Berlín occidental, la Kurfürstendamm. Su mujer, norteamericana, estudiante de Teología de la Universidad Libre de Berlín, recibió la noticia de un periodista no identificado, que le comunicó telefónicamente el atentado en un inglés balbuciente. La detención de Bachmann, que se suicidaría poco después, no clarificó si los disparos contra Dutschke obedecieron a una iniciativa aislada o a un plan destinado a eliminar el creciente núcleo de oposición extraparlamentaria formado en torno a él. Aunque en los diez años siguientes di atentado el nombre de Dutschke desapareció prácticamente de la gran prensa alemana, sobre todo porque la recuperación física del dirigente estudiantil fue lenta, recientemente volvió a la actualidad, al incluírsele entre los organizadores de la «marcha verde» de casi 150.000 ecologistas sobre Bonn, el pasado otoño.
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