Puntualización de Josep Meliá

No es mi costumbre escribir a los directores de los periódícos en solicitud de puntualización o rectificación de informaciones que me conciernan. Respeto y valoro las críticas que se me hacen en el desempeño de mi función de portavoz del Gobierno.Pero estimo que el comentario de Javier Pradera, publicado el pasado domingo, conculca normas elementales de ética profesional y es un ejemplo de irresponsabilidad periodística, agravado ante el hecho de que el firmante ostenta la jefatura de la sección de opinión de ese medio informativo.

Está en su derecho Javier Pradera de mostrar su desacuerdo con mi actuación como portavoz del Gobierno, incluso puede zaherir mi persona más allá de lo que es norma de comportamiento civilizado; pero en modo alguno puede faltar a la verdad como lo hace en el comentario de referencia.

Señor director: me veo en la obligación de refutar con toda dureza la alusión que me hace sobre lo que califica «bochornosas insinuacíones del señor Meliá acerca del dinero que llevaba consigo José Luis Montañés». Son testígos las decenas de periodistas que asistieron a la rueda de prensa del pasado viernes, día 14, y el redactor de su periódico Bonifacio de la Cuadra podrá atestiguar que este fue el diálogo que sobre este tema se registró:

«Periodista: ¿Es cierto que uno de los chicos que murió llevaba un paquete con 70.000 pesetas?

Señor Meliá: No sé exactamente la suma, pero sí llevaba bastante dinero en diversos sobres.

Periodista: ¿No hay ninguna información acerca de este dinero?

Señor Meliá: Yo tengo informaciones de agencia que sefialan que esto era producto de unos cobros realizados en su trabajo.»

Pero si mi testimonio no le es suficiente, tengo a su disposición la cinta magnetofónica y el videocassette correspondiente, así como su transcripción.

Si este es el comportamiento profesional habitual de Javier Pradera, créame, señor director, que no tomo en consideración los calificativos de «acritud, imprecisión y torpeza» que me dedica. Solamente lamento, como lector de ese gran periódico que es EL PAIS, que uno de sus redactores pueda cometer un error tan manifiesto.

(Secretario de Estado para la Información)