Jomemi considera una victorina política la salida del sha de Estados Unidos
«Carter ha sufrido una derrota política», ha dicho el imán Jomeini. «Este ha sido el primer paso hacia la victoria», ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores, Sadeh Gotbzadek. La salida del sha hacia Panamá sorprendió a los iraníes, pero inmediatamente trataron de convertir la sorpresa en triunfo.
Hasta el domingo por la mañana, la mayor parte de los iraníes no supo que el sha ya no estaba en Estados Unidos. Oficialmente «no ha cambiado nada», según ha afirmado Sadeh Gotbzadek. Sin embargo, parece como si los dirigentes jomeinistas acabaran de soltar un suspiro de alivio. Hasta el sábado, pocas eran las salidas que se le podían encontrar al conflicto. Ahora, ni el mismo ministro de Asuntos Exteriores se atreve a negar que alguno de los rehenes puede ser puesto en libertad. «Tendré que consultar con los estudiantes», ha dicho.Ahora parece que se quisiera olvidar el proceso contra los rehenes. «El gran jurado es más importante que el tribunal», dijo Gotbzadek en una rueda de prensa, haciendo referencia a la comisión internacional que habrá de juzgar las responsabilidades políticas del antiguo régimen.
Aún no se sabe quiénes compondrán este «gran jurado», aunque el ministro de Asuntos Exteriores ya ha adelantado dos posibles nombres: Sean Mac Bride, antiguo dirigente de Amnesty Internacional en los tiempos en que esta organización recibió el Premio Nobel, y uno de los dirigentes del Colegio de Abogados de París.
Se sabe que la reunión del «gran jurado» (que precedería, en cualquier caso, al proceso contra los rehenes) no tendrá lugar hasta el próximo año.
«Nuestro principal problema no es el juicio de los espías, sino la formación de una comisión internacional (se refiere al mismo "gran jurado") que revele los crímenes de América... Una vez que se hayan revelado estos crímenes, el juicio de los espías será secundario.»
Casi ritualmente, el Consejo Revolucionario ha pedido a Panamá la extradición del sha. Poco debe temer el pequeño país centroamericano, que sólo cuenta en Teherán con la representación casi simbólica de una cónsul.
El régimen progresita panameño (que jugó un importante papel en la última conferencia de los no alineados de La Habana) ha sido calificado inmediatamente de «marioneta del imperialismo».
En el interior de la embajada, los rehenes viven las vísperas de las fiestas: comienzan a recibir felicitaciones navideñas y algunos pueden hablar por teléfono.
Fuera, en el resto del país, se viven, sin entusiasmo, las vísperas de las elecciones. El próximo día 25 de enero, los iraníes votarán el primer presidente de la República islámica. Veinte días después (el día 15 de febrero) se celebrarán las elecciones para formar la Asamblea Nacional, llamada Majlis.
El mismo día en que el Consejo de la Revolución daba a conocer el calendario electoral, el principal partido de oposición (el Partido Republicano del Pueblo Musulmán, seguidor del ayatollah Chariat-Madari) daba a conocer el cierre de todas sus sedes.
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